Muchos famosos esconden pasiones que van más allá del glamour: coleccionan objetos tan excéntricos como cuchillos, insectos disecados, perchas antiguas o incluso muñecas Barbie.
Algunos lo hacen por nostalgia, otros por simple gusto pero todos tienen algo en común: sus colecciones son tan únicas como sus personalidades.
Angelina Jolie: experta en cuchillos
La actriz y directora es una apasionada de los cuchillos desde pequeña. Ha contado que su madre la llevó a comprar su primer puñal cuando era niña, y desde entonces ha formado una colección que incluye piezas históricas, afiladas y peligrosamente decorativas.
“Te recuerdan a la historia; hay algo bonito y tradicional en ellas. Cada país tiene diferentes cuchillos y armas, y por eso los empecé a coleccionar. Lo he hecho desde que era pequeña”, confesó a Conan O'Brien en 1998, durante la promoción del filme Gia.
Una de sus firmas favoritas es Darrel Ralph, especializada en la creación de navajas hechas a mano.
Claudia Schiffer: insectos disecados
La supermodelo alemana, ícono de los 90, tiene una fascinación por los insectos disecados. Según ha compartido, posee una colección de especies raras enmarcadas, cuidadosamente elegidas. Aunque no es para todos, asegura que le parecen obras de arte natural.
Incluso utiliza internet para contactar con otros apasionados de la entomología y realizar intercambios.
Uno de sus floreros y varios rincones de su casa en la campiña inglesa están decorados con mariposas. Comenzó con arácnidos de distintas partes del mundo y poco a poco amplió su colección a insectos de ocho patas y especies exóticas.
Penélope Cruz: perchas antiguas
La actriz española no solo ama la moda desde muy joven: también colecciona perchas vintage de distintas épocas. Para algunos puede parecer excéntrico, pero para ella es una forma de preservar la historia textil.
Eso sí, tiene sus reglas: no le gustan las perchas metálicas, solo las de madera. Y es capaz de reconocer las particularidades de cada uno de los más de 500 modelos que posee en su colección.
Johnny Depp: Barbies
Johnny es el rey de lo excéntrico, y su colección de muñecas Barbie lo confirma. Muchas están customizadas o representan a personajes de películas y celebridades.
Comenzó a comprarlas para su hija Lily-Rose, pero pronto se convirtió en un hobby personal. Entre sus piezas más llamativas están una Barbie de Elvis Presley, otra de Britney Spears, y una edición especial de Lindsay Lohan.
Tom Hanks: máquinas de escribir
El querido actor de 'Forrest Gump' es amante de lo clásico. Su colección incluye más de 200 máquinas de escribir antiguas, que ha reunido desde los 19 años. Ama el sonido de las teclas, el peso de cada máquina y la experiencia táctil de escribir “como antes”.
Entre sus modelos más preciados están una Underwood que perteneció a su padre y una Hermes 3000, versión mejorada de su primera compra. Incluso escribió un libro completo usando estas máquinas.
Rod Stewart: trenes en miniatura
El rockero británico no solo es leyenda del escenario, también lo es del ferromodelismo. Tiene una ciudad entera construida con trenes a escala, estaciones, túneles y paisajes hiperrealistas. Su afición es tan impresionante que fue portada de Model Railroader, una revista especializada en el tema.
Lisa de BLACKPINK: Labubus y coleccionables Pop Mart
Lisa ha desatado furor por los Labubus, una línea de monstruos de peluche del fabricante Pop Mart. Ha compartido su colección en redes, mostrando desde llaveros hasta piezas Zimomo, unos muñecos gigantes muy cotizados y difíciles de conseguir.
Además, ha sumado a su colección otras figuras como las muñecas Crybaby de la misma marca china, consolidándose como una fan declarada del mundo coleccionable kawaii.
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¿Hobbies excéntricos o identidad coleccionada?
Detrás de cada colección hay algo más que un pasatiempo: es una forma de expresión íntima y simbólica. Para muchos famosos, coleccionar no es solo acumular, sino una forma de conectarse con su infancia, evadirse del estrés o dejar salir su lado más creativo y raro.
Porque en un mundo donde todos parecen tenerlo todo, a veces lo más valioso es lo que nadie más se atrevería a coleccionar.
