El actor hawaiano Jason Momoa, conocido por su papel como Aquaman en DC, vivió un momento que puso en riesgo su vida y que cambió para siempre su perspectiva sobre la salud y sus hábitos.
En una reciente entrevista para el pódcast SmartLess, Momoa relató cómo una experiencia extrema mientras surfeaba en Maui lo llevó a tomar la firme decisión de dejar de fumar, un hábito que arrastraba desde hace años.


Un accidente que cambió su vida
El actor relata que todo ocurrió mientras estaba en una zona del mar considerada muy peligrosa por las altas olas, que llegaban a medir hasta tres metros. Perdió estabilidad después de que la cuerda de la tabla de surf se rompiera y perdió de vista su tabla.
Momoa quedó a la deriva en una zona aún más peligrosa, tan remota que sus amigos casi no pudieron verlo. Mencionó que todo pasó muy rápido:
“Me estaban golpeando una serie de olas enormes en un lugar del mar que es notoriamente peligroso. Estaba a la deriva y nadie podía verme. Tenía el remo en la mano y lo agitaba para llamar la atención, pero mis amigos no podían distinguirme”.
El actor comentó que, por más experimentado y en forma física que se esté, el mar es muy fuerte. Comenzó a sentir cómo su cuerpo se debilitaba:
“No podía moverme más, mis brazos y piernas dejaron de funcionar. Mis fuerzas se agotaron después de tanto tiempo en el agua”.
En ese momento, Momoa estaba a punto de rendirse, pues ya no le quedaba energía y solo podía pensar en su hija, también rezaba para obtener fuerzas o para que alguien pudiera verlo. Fue así como su amigo Larry Hamilton logró verlo y salvarle la vida:
"Larry llegó por detrás y yo ya había dado por vencido. Mi cuerpo se detuvo; no podía mover mis brazos, ya había dejado de luchar y hundí la cabeza".
"Sentí que algo tocaba mi pie y me aferré a eso, fuera una roca o algo más. Logré impulsarme y clavarme en el coral con los pies, incluso cuando seguía recibiendo golpes de las olas".
Tras ser rescatado y recibir atención médica, el actor recordó que sus pies estaban heridos por el esfuerzo que hizo para mantenerse firme en el coral.

"Apestaría a cigarro": el pensamiento que lo hizo cambiar
Durante esos segundos de tensión, una imagen se le quedó grabada:
“Recuerdo pensar que si me moría, apestaría a cigarro”.
Ese pensamiento, surgido en medio del miedo, fue suficiente para que Momoa decidiera abandonar el tabaco por completo.
El actor reconoció que fumar había sido una constante en su vida durante años, pero aquel accidente lo obligó a priorizar su salud física y emocional:
"Solía fumar dos o tres paquetes por día. No podía dejarlo ni por mis hijos ni por mi expareja. No encontraba la fuerza para parar".
"Nunca más volví a fumar. Sentí que renací, que tenía una segunda oportunidad".
Actualmente, el actor se encuentra inmerso en nuevos proyectos cinematográficos, incluido su regreso al universo de DC, no como Aquaman sino como el Lobo en la próxima película de Supergirl.
Por otro lado, Momoa mantiene una relación con Adri Arjona, hija del cantante Ricardo Arjona.
Jason Momoa no solo sigue conquistando Hollywood con su presencia imponente, sino que también se posiciona como una voz de conciencia sobre la importancia de cuidar la salud y aprender a escuchar al cuerpo.

Cómo las celebridades enfrentan sus crisis y cambian su vida
La historia de Jason Momoa no es un caso aislado. En la última década, muchas figuras de Hollywood han compartido públicamente momentos críticos que los obligaron a replantearse su estilo de vida.
Lo que antes se escondía por cuidar la imagen, ahora se transforma en relatos de redención que humanizan a las celebridades.
Un ejemplo contundente es el de Robert Downey Jr., quien estuvo al borde de la muerte varias veces durante su época más oscura de adicción.
Sus múltiples arrestos y su estancia en prisión marcaron un punto de quiebre: fue entonces cuando decidió entrar en rehabilitación y, eventualmente, reconstruyó su carrera con el papel que lo convirtió en ícono: Iron Man.
También está el caso de Demi Lovato, quien tras sufrir una sobredosis en 2018 que casi le cuesta la vida, se alejó del alcohol y las drogas y comenzó un proceso público de sanación.

Desde entonces, ha utilizado su plataforma para hablar de salud mental, adicciones y la importancia del autocuidado.
En todos estos casos, al igual que con Jason Momoa, la crisis fue un catalizador para el cambio. La vulnerabilidad se convirtió en un acto de valentía y las decisiones de vida más saludables dejaron de ser asuntos privados para convertirse en ejemplos públicos.