La compañía francesa Alstom completó la adquisición de Bombardier Transportation en febrero, lo que le trae oportunidades en el mercado mexicano. Una de las primeras es el Tren Maya, donde la empresa compite para adjudicarse el contrato del material rodante •que incorpora trenes y señalizaciones, entre otros rubros• y, a largo plazo, tener más proyectos de movilidad sustentable que puedan hacerse en el país.
La directora general de Alstom México, Maite Ramos, dice que con la planta de Sahagún, que sumaron con la adquisición, buscan “hacer trenes seguros y bonitos, pero con contenido local que generen más trabajos en el país, con los que puedas compartir el conocimiento y desarrollar gente”.
¿Qué estatus tiene la licitación del Tren Maya en la que entró Alstom?
La licitación está corriendo, estamos en el proceso de preguntas y aclaraciones. En estricto sentido, próximamente se tendrían que estar publicando las que pudieran ser las últimas respuestas, todavía no sabemos hasta que lo publique Fonatur, si ya con esta es la última ronda o si se abre todavía alguna otra más.
Por lo pronto, las fechas, al día de hoy, es que se entrega la oferta el 30 de abril y se estaría dando el fallo en junio.
¿Cuál era la presencia de alstom en México hasta la adquisición de Bombardier Transportation en febrero?
Alstom tiene presencia en el país desde 1968, muy ligada a la Línea 1 del Metro de la Ciudad de México. Los primeros trenes fueron de Alstom, y a partir de ahí fue creciendo su presencia.
Con la adquisición de Bombardier pasamos de ser 700 empleados a más de 1,600, muy enfocados en la parte de material rodante, pero sobre todo de servicios. Somos la única empresa que puede fabricar 100% de los trenes en el plazo que se está pidiendo en México, lo cual es una ventaja competitiva en muchos de los sentidos.
Tenemos contratos importan- tes de mantenimiento de locomotoras desde hace 30 años, y también en la parte de señalización. En septiembre entregamos la línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara, que es hoy el sistema más moderno y más seguro de Latinoamérica.
Estábamos en 13 ciudades de la República con talleres, hoy sumamos la planta de Sahagún, que es una de las plantas más grande de 400,000 metros cuadrados. Con ella buscamos hacer trenes seguros y bonitos, pero con contenido local, que generen trabajos en México, con los que puedas compartir el conocimiento y desarrollar el talento de la gente.
¿Cómo perciben el clima de inversión para el sector en México?
No hay muchos proyectos ferroviarios. La verdad es que son proyectos pensados a largo plazo. México ha sido un país que tradicionalmente ha apostado por las autopistas para el transporte no solo de pasajeros, sino también de mercancías: 80% de las mercancías hoy se distribuyen a través de las carreteras.
Pero también es cierto que si revisas lo que se llama costo total de operación y haces el comparativo, te darás cuenta de que los sistemas ferroviarios pueden realmente competirle al transporte tanto de carga como de pasajeros en el país.
La industria ferroviaria en México se ha concentrado casi exclusivamente en carga, ¿podría cambiar esto en el futuro?
Hay una tendencia de crecimiento en el mundo en materia ferroviaria de alrededor de 7%. Obviamente el año pasado fue un año atípico por la pandemia, pero la Unife, que hace estas mediciones, tiene, incluso en América Latina y en México, una perspectiva de crecimiento.
En el caso de México no llega a 7%, pero sí hay proyectos que se están desarrollando. Tenemos que entender que no todo es Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. Tenemos 53 zonas metropolitanas en el país. El Bajío está creciendo de una forma espectacular.
Tienes otras zonas metropolitanas en el Estado de México. El famoso tren que se había anunciado para conectar Chalco-Santa Martha está pendiente. La gente necesita viajar de forma más segura, con calidad y eficiencia, y que estés dispuesto a decir: voy a dejar el coche para subirme al transporte público. Eso cambiaría el chip completamente, sobre todo en los jóvenes. Hoy ellos piensan distinto. Creo que el gran reto es contribuir a generar una sociedad con mejor movilidad en México.