En el corazón del Caribe mexicano, donde la selva abraza al mar y el golf parece respirar con el viento, Mayakoba ha vuelto a vibrar. No sólo con el golpe certero de las mejores golfistas del mundo, sino con el eco de un sueño que parecía lejano y hoy es una realidad que se construye con pasión, visión y raíces familiares profundas. México Riviera Maya Open at Mayakoba es una realidad.
Detrás del regreso de la LPGA a México —tras ocho años de ausencia— hay más que una negociación estratégica, hay una historia que se cuenta en dos generaciones: la de Gustavo Santosvoy padre; genio del mundo de la hospitalidad y las relaciones públicas y su hijo, Gustavo Santoscoy; joven ejecutor meticuloso, racional y determinado a demostrar que México puede no sólo recibir al mejor golf del planeta, sino también producirlo.
“Mi papá es el soñador, yo soy el ejecutor”, dice con humildad pero con claridad el director de México Riviera Maya Open at Mayakoba en exclusiva para Grupo Multimedios. En esa frase, está todo lo que significa este torneo: la fusión de la experiencia con el empuje, de lo aprendido con lo que aún se puede crear. GC Sports Management —ese “Gustavo al cuadrado” como ellos mismos se autodenominan— ha logrado lo que muchos veían imposible: convencer a la LPGA de volver a confiar en nuestro país, en nuestro público, en nuestras mujeres golfistas.
De la inspiración a la competencia: el impacto real de XUNTAS en Mayakoba, las mexicanas también compiten en grande
Pero México Riviera Maya Open at Mayakoba no es sólo un torneo de golf, es una plataforma de crecimiento. A través de una alianza con XUNTAS, se ha logrado que jóvenes mexicanas, aún en formación, vivan la experiencia de competir hombro a hombro con las mejores del mundo.
“Queremos que se sientan profesionales desde ahora. Que se lo crean”. Y agrega. “Hicimos un torneo donde las ganadoras podrán participar en el clasificatorio de Mayakoba. Queremos que vivan una experiencia real como golfistas profesionales. Nos toca a nosotros poner ese granito de arena. Imagínate que hoy son cuatro las mexicanas en el torneo… ¿y si el próximo año son ocho? ¿Catorce? Corea tiene más de 30 en el top 100. ¿Por qué nosotros no?” Todo lo dice con el brillo en los ojos porque sabe que no sólo está organizando un torneo, sino sembrando futuro.
Nombres como Gaby López, María Fassi, Isabela Fierro y Clarisa Temelo que tuvieron el gran apoyo de XUNTAS, no sólo son talento nacional, son evidencia de que cuando se apuesta por las mujeres, por el deporte y por la constancia, los frutos no tardan en llegar. Y Mayakoba está ahí para ser testigo, y sobre todo, trampolín.
El regreso de un sueño: México Riviera Maya Open at Mayakoba.
Pero organizar un torneo de esta magnitud no es sólo armar un calendario y cortar listones. Son más de 3,500 personas las que se involucran en su realización, desde las jugadoras hasta el staff técnico, medios, transporte, seguridad, hoteles, patrocinadores y voluntarios. Y detrás de ellos, un equipo de apenas 33 personas que trabaja todo el año para que todo funcione como un reloj suizo en el paraíso mexicano.
Santoscoy lo tiene claro: “Una nota negativa no es sólo un golpe al torneo, es un golpe al destino, al país”. Por eso cuidan cada detalle como si fuera personal, porque lo es. Y porque tienen claro que México no es menos que nadie.
El regreso de la LPGA a Mayakoba no es sólo un logro deportivo o logístico: es un acto de reivindicación. Es la confirmación de que México tiene talento, estructura, visión y sobre todo corazón para ser sede de los mejores eventos del mundo. Y más aún, para inspirar a nuevas generaciones a soñar en grande.
Del 22 al 25 de mayo no sólo se juega golf en Mayakoba. Se juega historia. Se juega presente y futuro. Se juega una nueva narrativa para nuestro país en el mapa internacional del deporte femenil.
ASCG
