Detrás de los grandes atletas, siempre hay una mamá que hizo lo imposible por impulsar a sus hijos y verlos felices. Cuando Paulina Lobato llevó a Suri, Mía y Lía a la fosa de clavados, no imaginó que estaría construyendo a las futuras campeonas de México, simplemente quería mantenerlas ocupadas.
¿Cómo tomaste la decisión de meterlas al deporte?
“La vagancia, eran tres niñas de tres años que no se aguantan aquí, necesitan hacer algo, gastar energías. Lo primero que pensamos fue natación por la supervivencia, ahí duraron como dos años pero seguían sin cansarse, quisimos otra cosa los mismos días, y las metimos a gimnasia para tenerlo como base de cualquier deporte y ya después que ellas decidieran lo que quisieran hacer. La fosa de clavados estaba en medio de las dos disciplinas y la grande, Suri, fue la que la que decidió entrar”.

¿Cómo las describirías?
"Suri es más introvertida, más tranquila, más observadora. Lía más es como la mamá, si no estoy yo, ella, está ella anda dirigiendo y anda ordenando; y Mía es más relajada".
¿Cómo son ellas con Paulo?
“ Ahorita como que ya lo soportan menos, dicen ¡Ya Paulo aplácate! Es un niño que anda por todos lados brinque y brinque, pero sí desde muy chiquitas muy emocionadas por su hermanito”.
¿Qué ha sido lo más difícil hasta ahora?
“Teníamos una casa a las afueras de la ciudad, pero tuvimos que ver el modo porque llevar los tiempos era muy difícil, lo peor era tener que levantarnos tan temprano para llevarlas. Nos tuvimos que venir a rentar ahí cerquita porque era lo mejor”.
¿Cómo es ser mamá de atletas élite, te pones nerviosa?
“Desde un principio estarlas viendo tirarse de 3 metros, impacta. Van creciendo y luego son 10 metros y ¡Dios mío! Fíjate que pensábamos que nos íbamos a ir acostumbrando, pero no se acostumbra uno, sigue con los mismos nervios o más fuerte cada vez por el nivel que ya están, nos sigue doliendo la panza, las observamos y se ven bien diferentes ahí arriba. Toda la familia sabe que desde chiquitas están compitiendo y ahora que fue en Guadalajara todos, amigos y familia andaban consiguiendo boletos porque querían estar ahí para apoyarlas”

¿Qué puedes decir del profe Iván Bautista?
“Sin él no estuviéramos aquí nadie, desde que tenían seis años las cobijó, las agarró desde cero las hizo, sin él no estuviéramos contando nada”.
Con tu experiencia, ¿qué le dirías a las mamás que quieren meter a sus hijos al deporte?
“Cualquier deporte es bueno, yo recomiendo igual natación para empezar, que los animen y de ahí que ellos declinan su camino. Es cansado, más cuando están chiquitos, pero las recompensas son mejores”.
¿Qué les dices a tus hijas e hijo?
“Sigan sus sueños que yo voy a estar aquí para apoyarlos en lo que decidan, si deciden que ya no quieren, también, pero ellos ya decidirán lo que ellos quieran”.

CIG