Una de las máscaras de culto más representativas de la lucha libre mexicana es la que porta Manuel Leal Peña: Tinieblas, legendario gladiador que conquistó México y el mundo, junto a Alushe, su fiel escudero; una historia que pudo continuar gracias a Tinieblas Jr., su heredero, quien durante 35 años se ha encargado de pulir el valioso legado y que, por si fuera poco, se ha extendido a la tercera generación con Tinieblas 3G.
Al igual que su progenitor, Tinieblas Jr., se ha encargado de seguir dándole color y prestigio a la emblemática máscara, y es que no solo destaca dentro de los encordados, sino también en el mundo de la actuación, donde ha protagonizado dos películas y próximamente series de televisión.
En exclusiva con MILENIO-La Afición, el hijo de la leyenda aseguró que vivió una infancia inolvidable y se enteró que su papá era una gran figura de la lucha libre a la edad de diez años.
“Fue una infancia muy bonita; en aquel entonces mi padre viajaba mucho, no nos dio lujos, pero nos dio lo necesario, una buena educación, una buena formación. Nuestra niñez fue como la de antes, porque no había celulares, eran otros juegos, convivir con la familia y, sobre todo, vivir con un superhéroe en casa”, dijo Tinieblas Jr.
“Descubrí a los diez años que mi papá era luchador, porque me llevó a una función; nunca nos llevó de niños. Ahí fue donde me di cuenta de que mi papá se dedicaba a la lucha libre y fue inolvidable; nos puso reglas, que no podíamos decir quién era porque usaba máscara, teníamos prohibido hacerlo”, recordó.
El legado se extiende a la tercera generación
El junior también sabe lo que es ser papá, tiene tres hijos, dos mujeres y un varón, quienes ya cuentan con una carrera universitaria; sin embargo, su hijo será el que continúe con la dinastía como Tinieblas Tercera Generación.
“Tengo tres hijos, los tres ya están titulados, tengo dos mujeres y un hombre; él es el más chico. Ahorita ya empezó a entrenar, ya está presentándose como Tinieblas Tercera Generación. Me da mucha emoción porque ahora hablamos el mismo idioma mi hijo y yo; ha sido muy emocionante que esto siga como familia, como tradición, como legado, porque hemos procurado mucho este personaje, que no solamente es un personaje de la lucha libre, es un personaje versátil; la gente lo ha conocido gracias a películas, cómics y televisión”, dijo.
Y agregó: “Llevo 35 años como luchador profesional, ya llevo dos películas y estamos preparando algo para la tercera generación”.
Su papá no quería que luchara
A su padre nunca le encantó la idea de que siguiera sus pasos; consciente de la profesión, de las dificultades y las lesiones, lo orilló a que siguiera estudiando, pero finalmente le otorgó la dicha de continuar con el nombre de Tinieblas.
“Mi papá no quería que luchara, no porque no quisiera que yo fuera luchador; es un deporte muy bonito, muy familiar, pero era muy pesado para él viajar. Él pensó que toda la vida iba a hacer eso, estar en lugares desconocidos, las lesiones, porque es un deporte de contacto; él definitivamente no quería que nos acercáramos a la lucha libre. En la preparatoria yo me atreví a decirle que quería ser profesional y mi papá me dijo que no, que me pusiera a estudiar”, señaló.
A pesar de los constantes rechazos, su disciplina en otros deportes lo mantuvo en forma, y cuando cursaba la universidad, finalmente su progenitor le dio luz verde para incursionar en la lucha libre.
“Yo ya empezaba a hacer pesas, me gustaba hacer mucho ejercicio en otros deportes y, bueno, las cosas se fueron dando. Cuando estaba estudiando la universidad, me dio luz verde y me fui a entrenar lucha libre, y fue cuando me dijo: ‘Ya voy a preparar tu debut', y le dije: ‘Oye, pa, pero aún no tengo el nombre ni el diseño', y me dijo: ‘No, te vas a llamar el Hijo de Tinieblas'. Ahí empezaron mis sueños y cargar con la responsabilidad; yo me visualizaba como Tinieblas, fue muy emocionante, pero a la vez con muchos nervios, mucha responsabilidad”, comentó Tinieblas Jr.
Nunca entrenó con el gran Tinieblas
Curiosamente, nunca entrenó al lado de su padre; fue el difunto Felipe Ham Lee quien lo desarrolló como profesional.
“Nunca entrené con mi papá; cuando él me dio luz verde, me llevó al gimnasio de Felipe Ham Lee. Me dijo: ‘Ahí te dejo para ver hasta dónde llegas, a ver si te gusta realmente’. Y pues ahí fue donde ya el profe Felipe Ham Lee me empezaba a meter a la lona. Empecé a hacer maromas, tumbling, acondicionamiento físico, la olímpica y poco a poquito”.
En su camino a convertirse en gladiador, sufrió los estragos de los entrenamientos y llegó a pensar que no estaba preparado para continuar. “Había veces que decía: ‘Sí está fuerte, sí está recio esto’. Y bueno, obviamente seguí entrenando; había veces que sí aventaba la toalla, decía: ‘No, esto no es para mí’. ¿Por qué? Te lastimabas los codos, las rodillas y para mí todo eso era nuevo”.
¿Debut apresurado?
Tinieblas Jr. debutó no en las primeras ni segundas luchas, lo hizo en las estelares junto a su padre, aunque en sus comienzos no contaba con ese “colmillo” que se va ganando con la experiencia.
“Mi papá, cuando me debuta, obviamente ya había terminado mis entrenamientos, me dieron mi licencia, pero yo entré de lleno, porque todos los luchadores empiezan desde los 15 años a entrenar. Luego ya empiezan a luchar desde jovencitos y van labrando, van escalando, van avanzando y les van dando oportunidad hasta que son estrellas. Yo no, yo entré de lleno a la lucha estrella”.
Por supuesto que la diferencia era abismal entre un luchador de experiencia y un novato, como lo era su personaje, aunque eso sí, con los conceptos de lucha bien ejecutados.
“Cuando yo entro de lleno, pues sí me ven abismalmente novato al lado de mi papá y de otros luchadores. Obviamente, con mis caídas perfectas, con buena técnica, pero no tenía ese colmillito, esa experiencia. Yo dije: ‘¿Cómo le hacen los luchadores para transmitir con el público?’. Yo sí hacía cositas y hasta ahí, pero yo lo fui aprendiendo. Lo aprendí con puros luchadores estrellas, con el público”.
El precio del legado
Conforme fue pasando el tiempo, siguió desarrollándose; algunas funciones salieron bien y otras mal, pero compartió que hubo noches en las que lloraba por pensar que no estaba a la altura.
“Pasaban muchas cosas por mi mente y la responsabilidad, los nervios. Muchas luchas me salieron bien, pero hay otras que no. No daba el estirón, no convencía, llegaba a mi casa frustrado, llorando, y dije: ‘No, yo creo que no la voy a hacer aquí’. Y bueno, pues el tiempo me lo fue dando. Así como muchos empezaron desde jovencitos a foguearse, me pasó lo mismo, pero en las luchas estrellas”.
Contento de los resultados
Para el luchador de segunda generación, fueron importantes los buenos y los malos momentos, pues gracias a esas experiencias hoy en día se ha convertido en un hombre reconocido.
“Estoy muy agradecido. Yo volteo hacia atrás, hacia el pasado, y digo: ‘Híjole, sí valió la pena’, porque además yo sabía que era un deporte de contacto, sabía que tenía que echarle ganas. Y tuve la fortuna de luchar con grandes luchadores, he viajado mucho, he conocido muchos lugares; ya son 35 años que me debutó mi papá en el 90. Bendito Dios, me ha dado muchas bendiciones como ser humano, como papá, como hijo, como luchador, como profesionista. Este fue el destino que yo tenía; lo gozo, lo disfruto y trato de seguir haciendo las cosas bien”.
Alushe en la figura de Tinieblas
El enmascarado mencionó la importancia de Alushe en el personaje de Tinieblas, pues no solo acompañó a su padre en grandes momentos, ahora también lo hace con él.
“Alushe es un personaje que innovó mi papá en la lucha libre mexicana y en el extranjero, a finales de los ochentas y noventas. Sobre todo, los niños son los que se enamoran de este personaje. Alushe le da ese chispazo a la lucha libre; luego dicen: ‘Ay, ¿cómo es posible que una mascota esté en la lucha libre?’. Pues es que no lucha, es un toque mágico que le da a un evento, a una función. Además, la gente lo quiere ver. Es parte de un espectáculo deportivo; Alushe es muy querido por todo el público, no solamente en este país, sino en el extranjero”.
Un hombre de negocios
Finalmente, habló de su empresa, Federación Universal de Lucha Libre, que lleva 15 años en la escena del pancracio nacional.
“Tengo 15 años con la empresa, Federación Universal de Lucha Libre, que me da la oportunidad de relacionarme en todos lados, con empresas, marcas. He tenido la oportunidad de tener más trabajo, gracias a Dios. Y bueno, darle un giro, un gran giro a la lucha libre. ¿Por qué no? Porque yo tengo catalogado que la lucha libre es cultura, es arte. De ahí me han surgido muchos proyectos. Entre estos está el de Rock y Luchas, que ahorita ha llamado mucho la atención, sobre todo por el concepto, que es totalmente bien aceptado por el público”, concluyó.
FCM