El 9 de octubre, el destino de Monterrey dio un vuelco impresionante, su suerte cambió de manera radical. La llegada de Antonio Mohamed marcó la hoja de ruta del presente actual de Rayados.
Por aquellos días, el conjunto regiomontano vivía una crisis deportiva que estremecía varios niveles, pero la directiva apostó por un viejo lobo como el Turco, con la esperanza de que rescatara el semestre de la mejor manera. Nadie en Rayados imaginaban cómo terminarían el 2019.
Mohamed regresó con un aire fresco, le dio una estructura futbolística a Rayados, que asimiló de inmediato el sello de su entrenador, se metieron a la Liguilla y fueron derribando adversidades. En el Mundial de Clubes dejaron una grata imagen y terminaron levantando el trofeo de campeones nada menos que en la cancha del estadio Azteca. Una película con final perfecto.
En el inicio de 2020 una palabra se asoma con fuerza en el Barrial: bicampeonato. Y es que Rayados sigue fortaleciendo su plantilla. El campeón luce más fuerte para lanzarse a la defensa de su título. La fórmula de Mohamed ha cobrado un segundo aire, respaldado por el título del Apertura 2019.
A Monterrey hay que darle todas las opciones, por aquel dicho que reza "con el campeón hasta que muera". Y más cuando ha contratado jugadores que le darán más pegada en la parte de ataque. Si Funes Mori, Janssen, Pabón y Pizarro, ya lucen como un arsenal de cuidado, la integración de Aké Loba, arroja una escuadra rica en variantes al ataque que puede aspirar sin ningún problema a instalarse en una nueva final. Y todavía analiza el mercado para fichar más refuerzos.
El Turco lo tiene claro, el discurso que lanza es de máxima ambición. "Vamos a buscar a dos jugadores para reforzar, seguro mañana habrá novedad, siempre se busca la excelencia, jugadores que nos vengan a potenciar. La exigencia de este club, desde los últimos años, ha sido ganar todo lo que juguemos". Palabra de Antonio y habrá que creerle, porque así prometió que ganaría el título... y lo cumplió.
América se pone en marcha en el 2020, las Águilas debutan en el Clausura 2020, un torneo al que llegan con la obligación natural de pelear por el campeonato de la Liga MX. El cuadro de Coapa es una entidad en la que no se admiten medias tintas, eso lo saben todos sus componentes y lo asumen con naturalidad.
Superado el golpe emocional que supuso la derrota en la Final del Apertura 2019, el pelotón de Miguel Herrera está listo para presentar su candidatura, más allá de que el grupo no esté completo y vuelve a presentar distintas bajas, y aún busca en el mercado un medio de contención, los que están deben dar un paso al frente y honrar el escudo.
La directiva ha mantenido el núcleo fuerte y una base que transmite garantías, con jugadores de peso que conocen de memoria la exigencia que conlleva vestir esa playera, tipos como Guillermo Ochoa, Paul Aguilar, Bruno Valdez, Emanuel Aguilera, Sebastián Córdova y Henry Martín serán los puntos de referencia en el Clausura 2020.
La baja de Guido Rodríguez tendrá repercusiones futbolísticas, pero tanto Richard Sánchez como Rubén González están llamados a mostrar jerarquía, el duelo con Tigres es un buen examen para ambos, la ocasión ideal para dejar en claro que pueden con la empresa de convertirse en los nuevos jefes del medio campo azulcrema.
Miguel Herrera y su plantel deben tener ganas de revancha, está en su sangre ganar y la derrota les sabe mal. A falta de que el grupo esté completo, la percepción es que América tiene un plantel suficiente y compensado para hacerle la guerra a quien sea.
En ello, deberán tener un papel crucial jugadores como Nicolás Castillo y Giovani dos Santos, a los que se les espera con ansia y con la esperanza de que las molestias que les aquejaron el semestre pasado estén erradicadas. No hay mejor cura para el dolor del 29 de diciembre, que instalarse en mayo en una nueva Final, para las Águilas, eso es un mandamiento que se repite cada semestre, y el cuerpo técnico y plantel lo asumen como obligación.
FCM