En su labor como periodista, Adrián Figueroa se ha enfrentado a la misma rutina de muchos otros colegas: la nota, la entrevista o el reportaje ajustado a ciertos tiempos, en donde hay poca oportunidad de ir al fondo de un asunto que debiera ser prioritario: indagar en el ser humano.
Cuando le hizo una entrevista a José Ramón Cossío, ex ministro de la Corte, se dio cuenta que muchas cosas podrían cambiar, porque al terminar la parte oficial, le platicó de una serie de asuntos personales, de ahí su necesidad de acercarse a las entrevistas de semblanza.
“Es el espejo de todo lo que somos los seres humanos: son iguales a nosotros, les gusta ver el futbol, escuchar música, comer hamburguesas, pero para ello es necesario hallar ese momento mágico para hablar”, explica el periodista.
Estas historias se reflejan en el libro Tiempo de encuentro, publicado dentro de la colección Periodismo Cultural de la Secretaría de Cultura y que se presenta hoy a las 12 horas en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.
Diecisiete entrevistas se reúnen en el libro, donde lo mismo se encuentra a un Juan Villoro que dice que no leía mucho o que hacía periodismo rosa, que a Ramón Vargas, que confiesa que le hubiera gustado ser boxeador y no cantante, y a José Sarukhán, que habla de la pérdida de su padre y de los problemas económicos que desató.
Y ADEMÁS
ADIÓS A UNA COLECCIÓN
Tiempo de encuentro es de los últimos volúmenes, por lo menos así anunciado, de la serie Periodismo Cultural. Adrián Figueroa dice que la serie se convirtió en “la memoria del trabajo reporteril de muchos compañeros, una guardiana del periodismo cultural en México”.
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