Dicen que pasa la vida soñando es el primer libro dedicado a la vida y obra de Rubén Fuentes, uno de los más entrañables y talentosos compositores y arreglistas de la historia musical mexicana, escrito por el cantautor Alejandro Aquino y Orso Arreola, que auspició el Ayuntamiento de Ciudad Guzmán y que hoy por la tarde se presenta en la librería José Luis Martínez del Fondo de Cultura Económica (FCE) con la presencia del legendario músico.
“Es quizá uno de los detalles más entrañables de la presentación de hoy”, dijo Aquino quien comentó que constituyó una gran esfuerzo por parte de mucha gente. Fueron largas entrevistas que nos proporcionó el maestro y en donde nos habló de su visión como compositor, productor y arreglista. Orso hurgó en cómo fueron esos primeros años de Fuentes en Zapotlán el Grande, la relación que tuvo con Juan José Arreola y otros personajes célebres de Zapotlán como Consuelo Velázquez quien era esposa de Mario Rivera Conde, director de discos RCA que fue quien le dio oportunidad en dicha disquera y yo escribo toda la parte de su actividad musical, el tiempo que trabajó con Pedro Infante, el mariachi Vargas, Lola Beltrán, Lucha Villa, Vikki Karr. El libro fue hecho con toda la autorización de él, nos proporcionó fotos y datos para un apéndice de todo su repertorio y aclara cuando hizo coautorías, en algunas canciones él sólo escribía la música y pedía a alguien que hiciera la letra, también en ese apéndice viene una relación de todas las películas para las cuales escribió música”, dijo el también autor de la novela Constanza ayer y fundador del grupo X-Kantina.
El nombre del libro se relaciona con la canción de La Bikina, algunos de los ejemplares se editaron con portada blanda y otros ejemplares se hicieron con pasta dura. “Me sorprende la afabilidad y la lucidez con la que el maestro Fuentes se ha mantenido, apenas la semana pasada estaba en Sinaloa realizando una producción especial a manera de retrospectiva musical con el mariachi Vargas de Tecalitlán y la Banda El Recodo, tendremos el honor de contar con una leyenda viva en la presentación del libro”, dijo Aquino quien recordó que Rubén Fuentes Gasson nació en Ciudad Guzmán el 15 de febrero de 1926, nombrado el 18 de octubre de 1967 como Hijo Preclaro y Predilecto del municipio de Zapotlán el Grande, Jalisco. Pedro Infante le grabó 44 canciones, otros de sus intérpretes son Miguel Aceves Mejía, Lola Beltrán, Marco Antonio Muñiz, Pedro Vargas, José Alfredo Jiménez, Libertad Lamarque, José José, Jorge Negrete, Javier Solís, Amalia Mendoza, Lucha Villa, Domenico Modugno, Caterina Valente, Antonio Prieto, Pepe Jara, Luis Miguel y desde luego el Mariachi Vargas; solo por mencionar algunos.
De sus creaciones destacan La verdolaga, Tres consejos, Ruega por nosotros, en coautoría con Alberto Cervantes; Ni contigo ni sin ti, La del rebozo blanco, en coautoría con Rafael Cárdenas; El pecador, Qué bonita es mi tierra, en coautoría con Mario Molina Montes; Luz y sombra, Que murmuren y Escándalo, en coautoría con Rafael Cárdenas; El despertar, en coautoría con Martha Roth, y sin faltar La Bikina y Cien Años. Sus aportes a los géneros del bolero ranchero, bolero moruno y canciones románticas, tanto rancheras como boleros, además de la creación del mariachi sinfónico, fueron un significativo aporte a la internacionalización de la música mexicana en el mundo.
La presentación estará a cargo de los autores y del presidente municipal de Zapotlán el Grande, Juan Manuel Figueroa Barajas, a las 20:00 horas en avenida Chapultepec Sur 198. La entrada es libre.
Dicen que pasa la vida soñando
En las 170 páginas del libro el lector podrá encontrar pasajes como el siguiente: “En el caso de Cien años, composición con letra de Alberto Cervantes fue pensada desde su origen para Pedro Infante, y marcó un hito en las producciones musicales en México por su particularidad, al incorporar instrumentos que no sólo eran ajenos al bolero, sino también al mariachi. El arreglo característico de la canción Cien Años está hecho con una guitarra still hawaiana y una eléctrica, mismas que ejecutó Flavio Ramírez Corona miembro de las orquestas de Dámaso Pérez Prado, Juan García Esquivel y padre del comediante y artista de doblaje Flavio. La canción fue grabada en una sola toma el 3 de octubre de 1953. Hasta la fecha tiene más de cien versiones, pero sin lugar a dudas la de Pedro Infante es la más famosa”.
SRN