Bestiario, de Rodrigo Solórzano (Guadalajara, 1980), es una colección que invita a repensar las distinciones entre lo funcional y lo artístico, entre el diseño y el juego.
Fue lanzada en Mexihouse, pabellón de México en Qatar 2022, presentando sus 10 piezas o animales: ballena, cuervo, escarabajo ciervo, escarabajo Hércules, escarabajo pelotero, escarabajo rinoceronte, gorila, oso, pingüino, tiburón y oryx.

Se trata de una colección de esculturas de animales hechas de aluminio y acero que reinterpretan los juguetes creados por niños, pero que ahora son piezas fabricadas principalmente por máquinas controladas por computadora.
Trayectoria
Solórzano es un diseñador industrial egresado de la Universidad Iberoamericana en Ciudad de México y maestro de diseño de producto por la Royal College of Art en Inglaterra que lleva 15 años con su obra Bestiario, que en su momento se llamó Toy Folder, consistente en una actividad infantil para crear juguetes de papel o de cartón. Con los años el proyecto fue cambiando de materiales y de dimensiones y se fue convirtiendo en uno escultórico.
“Este proyecto apenas está empezando y estamos muy emocionados por descubrir a dónde nos va a llevar. Tenemos muchas ideas para explorar, diferentes temas, materiales y dimensiones”, dice el artista.
Una vez concluida su participación en el Mundial, Solórzano colaboró con la artista qatarí Haifa Alkhuzaei, cuyas obras han sido seleccionadas por Qatar Museums para exponer en diversos museos y galerías; en las piezas plasma la belleza de las mujeres de aquella región portando el atuendo tradicional.
“Fue una gran oportunidad durante la Copa del Mundo y así conocí el trabajo de Rodrigo. Fue una oportunidad increíble para conectar artistas qataríes y mexicanos. En la mayoría de mis obras de arte, me concentro en las mujeres y la cultura de Qatar, por lo que agregué mi toque a las piezas usando colores acrílicos que ilustran a la mujer de Qatar en el pasado”, señala Alkhuzaei.
En la literatura medieval, un bestiario recopilaba la vida de la naturaleza, como colección de narraciones, descripciones e imágenes de la vida real o de fantasía. Ahora el proceso industrial da como resultado una serie de esculturas que nacen de la unión de la eficiencia tecnológica con la inspiración poética de la antigua práctica japonesa de doblar papel.
Actualmente Solórzano se encuentra trabajando en varios diseños que serán ediciones especiales y mostrará al público en su showroom en Oliver Goldsmith 53, Polanco.
La mayoría de la población concibe al origami como un arte antiguo de hacer grullas de papel, pero es una forma de inspirar a la atención y meditación debido a que es una práctica moderna que estimula las mentes de los científicos e ingenieros, como Rodrigo, a pensar fuera de la caja, así como fungir como una esperanza de obtener paz.
PCL