Esta obra fue creada por Neil Bartlett y Handspring Pupet Company especialmente para títeres y actores. Seré más específico, para dos títeres masculinos que sean réplicas más o menos fieles de los actores. En realidad cuatro muñecos, un par de cuando eran jóvenes y que ocupan el territorio vago e intenso de los recuerdos de un amor tan profundamente pasional que sobrevivió por 65 años a los prejuicios, miradas y juicios en la discreción. El otro par ya ancianos, desde el presente, al borde de despedir a uno de ellos por tabaquismo y con la necesidad de dejar los papeles en claro, la herencia en orden para que aquel que se queda no sea despojado de lo que han construido juntos. Los estupendos títeres los han realizado en Guadalajara los impecables realizadores de Luna Morena con diseño de Miguel Ángel Gutiérrez.
O podrías besarme nos recuerda tanto a las películas Secreto de la montaña de corte hollywoodense como a la muy mexicana Sueño en otro idioma, con la diferencia de que acá los protagonistas realizaron discretamente su amor, ese amor que no suele decir su nombre por no salir a la luz para que lo heteronormado en una época le marchite con su odio. La precisa y puntualísima dirección de José Manuel López Velarde nos va entregando la ficción tejida a mano sobre los cuerpos de Constantino Morán y Antón Araiza en una contención gestual, emocional y expresiva sutilísima. Y ésta a su vez se traduce en los muñecos que amplifican esa cosa jodida que es
envejecer.
Conchi León es la conductora de esta historia que asume diversos roles (enfermera, cocinera, abogada, etcétera) que nos lleva deliciosamente por los distintos momentos. Los actores-manipuladores que construyen la mitad, prácticamente, de ese todo está encabezado por Ernesto García, que tiene una inmensa experiencia. Le acompañan Kaleb Oceguera, Daniel Macías y Max Ramírez. La producción general es de Óscar Carnicero y Samuel Sosa, ambos ya expertos en entregar productos de calidad casi a prueba de balas.
Traspunte
Un viaje solidario
O podrías besarme es una producción que se realizó gracias al estímulo fiscal de Efiartes y que ustedes pueden ver aún en La Teatrería, en la colonia Roma Norte. Consulte cartelera y permítase un viaje no sólo por el amor, sino por la empatía, la vejez, la solidaridad y la enfermedad. No se la pierda.