En esta segunda parte, Luis Backer nos platica de la viva experiencia en Rusia que plasmó en su obra de crónicas “Chinos con la remera de Messi” (Ediciones Periféricas, 2022), la unión de los que acuden sin distinciones ni rivalidades a un mundial, y desde luego del papel de la Selección Mexicana en Qatar 2022.
¿Qué otros temas abordas en tu libro?
Es un libro pensado en el fútbol y también pensando en un fenómeno, no sólo lo que pasa en la cancha, todo esto que es también extracancha es lo que platico por ejemplo en una de las crónicas de un padre y su hijo, desde Perú; que él va con su padre, viaja desde Chicago y se lleva a su papá de casi 80 años, porque era su sueño. Esto tiene muy poco que ver con lo que sucede en la cancha, cómo juegan, cuál es la técnica, la estrategia, la táctica, todo eso, y tiene que ver cómo el fútbol ha cambiado nuestra percepción y también de alguna manera nos acerca como sociedad, como países.
Por ejemplo, en Rusia era muy interesante que podías llegar y abrazarte con un ruso, con un africano, porque compartías esa visión del fútbol que te hace sentir cercano, no nos hacía sentir como tan distintos de lo que pensaríamos si no fuera a partir del fútbol.
Si tú te topas un ruso en la calle y piensas, no tengo nada en común con él, no me voy a acercar. En cambio, a partir del fútbol, la gente se acerca, se conoce, te abrazas, te tomas un trago, gritas, te emocionas sin necesidad de hacer tantas preguntas y piensas: qué bien, todos somos a fin de cuentas personas parecidas, con motivaciones parecidas, y trato de reflejar eso en el libro cuando hablo de toda la gente que andaba ahí, que había una amistad y una gran energía, pese a la rivalidad. Incluso cuento de unos argentinos, que es con los que por lo general hay más pique, que nos veíamos bien y nos hacíamos bromas de los equipos, sin necesidad de que nos tomáramos todo tan en serio como a veces nos lo tomamos fuera de un contexto futbolero.
Y que algo fuerte es que ahora Rusia no está en un mundial, sino en una guerra con Ucrania...
Ya habían tenido algo en el 2016, y también lo hicieron en Georgia en 2017, y cuento también en el libro cómo me encontré con unos guerrilleros de la República Popular de Donetsk en el Metro, y entonces ya había un ambiente, ya era algo que se sabía, la República de Donetsk ya había intentado separarse, hacer un referéndum, pero Ucrania no los dejaba, pero no habían llegado hasta un movimiento armado, salvo los rebeldes de la República Popular que eran apoyados por Rusia, pero eran gente ucraniana. No había una movilización militar rusa, más bien Rusia les daba dinero para que tuvieran su movimiento separatista. Rusia no había movido sus ejércitos hacia allá y acá sí ya fue una invasión completamente distinta.
¿Lo que te pasó con los guerrilleros sí fue algo fuerte?
Sí, yo borré de inmediato las fotografías que nos tomamos y la bandera la tengo en mi cuarto, la escondí mucho tiempo para no meterme en problemas de si había estado en contacto con ellos, o cualquier cosa. Escondí la bandera para evitar cualquier problema si me revisaban en la frontera. Ellos se quisieron tomar la foto conmigo porque traía una máscara, también en la peda yo les dije que sí me tomaba la foto con ellos, pero ya después me pregunté por qué tengo fotos con unos guerrilleros, y te empieza a entrar una paranoia, porque estás en un país autoritario, en que no conoces muy bien las leyes. Entonces mejor prefieres no jugártela. Ellos aseguraban que eran guerrilleros, sí tenían una pinta medio ruda, quizá solo eran drogadictos que estaban exagerando que eran guerrilleros o en una de esas sí lo eran.
¿Qué opinas de la actuación de la Selección Mexicana en Qatar 2022?
Hago este breve recuento de la tragedia mundialista en Qatar 2022:
El fracaso de la Selección Mexicana en Qatar no fue algo casual. Aun cuando los dirigentes de la Federación traten de maquillar la desastrosa participación diciendo que se quedaron fuera por un gol, el resultado se consuma como el peor tropiezo del combinado nacional desde el mundial de Argentina 78. Los culpables, más que los propios jugadores, son los directivos de la Federación Mexicana de Futbol y de la Liga MX.
Los clavos de la cruz:
La Federación no buscó enfrentamientos previos con equipos fuertes de Sudamérica o Europa: ¿acaso temían que mermara en el ánimo de la afición con una ligazón de derrotas y querían mantener tranquila a la prensa deportiva previo al Mundial?
“El Tata” nunca tuvo un 11 base y no fue capaz de plantear un esquema táctico de juego claro. Ya en pleno Mundial hizo cambios tanto en su parado en la cancha, como en el 11 titular, en cada uno de los partidos.
Contra Argentina el planteamiento fue confuso (ni los jugadores entendieron –según las propias declaraciones del propio Luis Chávez–), a eso se le puede sumar que cada que la Selección intenta jugar con tres centrales los resultados suelen ser desastrosos.
Lo más importante desde mi punto de vista: a la Federación Mexicana de Fútbol le interesa el negocio, no el fútbol. Desde hace años han modificado los reglamentos para permitir que jueguen más extranjeros, evitando que puedan debutar nuevos talentos mexicanos y que en su lugar son reemplazados principalmente por sudamericanos que alcanzan buen nivel con sus clubes y sus selecciones (tal como lo vimos con Ecuador).
Lo urgente: volver de nuevo al ascenso y descenso, que en las últimas temporadas se ha utilizado como una herramienta económica que se ajusta a los intereses de la Federación en cada torneo.