Una noche de octubre de 1999 llegué a Tennyson 80, en Polanco, donde estaban las oficinas de la revista Notivox Semanal.
Fernando Figueroa me había comentado que ahí se gestaba el lanzamiento de un nuevo periódico que dirigiría Raymundo Riva Palacio y fui a ver a Román Revueltas, uno de los editores, para presentarle el proyecto de un suplemento especializado en el análisis de medios de comunicación.
No sé si escuchó mi propuesta, pero me ofreció ser uno de los coeditores de la sección “Tendencias”, a su cargo.
Acepté y comenzamos a tener reuniones con directivos y editores de otras secciones, a imaginar cómo sería nuestro espacio con tantas cosas ocurriendo en un mundo cada vez más vertiginoso y complejo.
Nos mudamos al edificio donde había estado el periódico deportivo La Afición, en la calle Ignacio Mariscal 23, en la colonia Tabacalera, donde el 31 de diciembre trabajamos desaforadamente para cerrar, en una atmósfera de nervios y fiesta, la primera edición de Notivox Diario, el primer periódico del nuevo siglo, del nuevo milenio, de una nueva época para la humanidad.
Meses más tarde Román renunció y yo me quedé al frente de “Tendencias”.
Han pasado 25 años desde entonces y 21 desde que —gracias a la invaluable complicidad de Luis Petersen, quien convenció a Carlos Marín, nombrado nuevo director de MILENIO, de apoyar el proyecto— el domingo 22 de junio de 2003 apareció Laberinto con una portada dedicada al centenario de George Orwell, el profeta del apocalipsis.
Tres semanas más tarde, el suplemento se volvería sabatino.
Desde un principio me propuse hacer un caleidoscopio cultural, con autores de distintas generaciones y abarcando los más diversos temas y géneros: poesía, ensayo, memoria, ciencia, cine, fotografía, moda, música, pintura, arte popular, crítica, entrevista, disfrutando siempre del respeto y la libertad inherentes al trabajo creativo, porque eso es para mí editar un suplemento cultural, que ha tenido entre sus colaboradores a José Emilio y Cristina Pacheco, Sergio Pitol, Carlos Monsiváis, Fernando del Paso, José de la Colina, Gabriel Zaid, Esther Seligson, Claudio Magris, Alessandro Baricco y tantos más que enorgullecerían a cualquier publicación en el mundo.
Es muy larga la lista de quienes han escrito o escriben en Laberinto, pero todos y todas tienen una obra valiosa y un prestigio indudable en México y el extranjero.
En estos 21 años de Laberinto, me han acompañado como coeditores María Teresa Meneses, Andrea Rivera, Alicia Quiñones, Roberto Pliego.
Juntos, con el equipo de diseñadores, fotógrafos, editores digitales, hemos procurado durante 1122 semanas (hasta el sábado 14 de diciembre) ofrecer a los lectores un sitio para la información, la reflexión y el debate.
Hemos complementado el espacio de la edición impresa con una ambiciosa propuesta digital que trasciende nuestras fronteras y nos permite mantener un diálogo constante con periodistas y creadores de otros países.
Lo he dicho en otras ocasiones, pero es necesario reiterarlo:
"Laberinto no hubiera sido ni sería posible sin el respaldo de los directivos de Grupo Notivox y el reconocido apoyo a la cultura de don Francisco A. González y el ingeniero Francisco D. González. A ellos, a nuestros colaboradores y lectores, principales destinatarios de lo que hacemos, gracias por su amistad, solidaridad y compañía".

KL