La edición 33 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) dedicó un foro titulado Octavio Paz en la India, coordinado por la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar de la Universidad de Guadalajara (UdeG) en el que participaron autores como Malva Flores, Adolfo Castañón y Aurelio Major, Christopher Domínguez Michael, Guillermo Sheridan e Ysé Bourdon y que se realizó ayer en el Salón 4 de la Expo Guadalajara.
Durante la primera parte, Christopher Dominguez-Michael, Guillermo Sheridan e Ysé Bourdon, coincidieron en que el crecimiento de Octavio Paz y su maduración surgieron fuera de su país, aseguraron que India le dio una perspectiva diferente de la narrativa y de cómo mejorar al mundo.
En su perspectiva Octavio tuvo dos etapas en la India, una específicamente en en año 1951 ( que duró un par de meses) y la segunda que fue en los 60s y fue en esa etapa en la que pudo experimentar muchas cosas y similitudes de México y el País visitado, “parte de esas comparaciones que encontró fue que ambos fueron víctimas de la primer gran globalización” expresó Sheridan, también gran aportación de Paz fue su trabajo con la secretaria de cultura sobre las nuevas formas del maíz.
Su interés por el budismo fue otro de las sensaciones que experimentó, un interés que lo motivó a escribir textos como Conjunciones y Disyunciones, La Llama Doble y Vislumbres de la India, esto los llevó a involucrarse íntimamente con personalidades importantes de la India, hasta fungir como embajador de cultura. La gran aportación de Paz fue darle a la comunidad elementos intelectuales que sirvieron como mesa de debate para muchas personas.
Sheridan, fue precisamente él quien habló de la etapa creativa del premio Nobel de literatura 1990 en sus años vividos como embajador de México en India, periodo que abarcó de 1964 a 1968, tiempo cuando decidió dejar el puesto diplomático como protesta por la represión estudiantil de octubre de aquel año. Sheridan fue instado por Major a hablar del carácter universalista de Paz en un país como India, lo que, a decir del autor de Paseos por la Calle de la Amargura, se vio como una doble circunstancia exótica. “Para entrar en esta situación singularísima de un pensador, un poeta, es decir, ¡un pensador poeta!, que es un tipo particular de pensador, que se enfrenta a esta circunstancia curiosa: ser un mexicano en la India, es decir, ser el representante de una excentricidad desde el punto de vista europeo, en otra excentricidad europea. México y la India comparten, final y fatalmente, esta característica: los dos son países muy viejos, muy arcaicos, con muchos sudores históricos, que son, de alguna manera, encarnaciones y al mismo tiempo víctimas de la primera gran globalización, que es el Renacimiento, y que les ha impuesto, tanto al visitante mexicano que llegaba a la India, como la India que recibía a ese visitante, imágenes que al mismo tiempo son convencionales de los respectivos exotismos de esos dos países ante los centros europeos”, reflexionó Sheridan al recordar cómo Blanco surgió de este periplo asiático.
Al tocar el turno a Domínguez Michael, el crítico literario basó su intervención en hablar sobre la “leyenda” formada con la renuncia de Paz a la Embajada de México en India, algo que se interpretó como un apoyo a la lucha comunista de los jóvenes, cuando en realidad el escritor sólo buscaba romper con el régimen de Díaz Ordaz. “Octavio Paz traía la Revolución Mexicana en la sangre, y creía en el régimen de la Revolución Mexicana, y se lo dice a Antonio Carrillo Flores entonces secretario de Relaciones Exteriores, ‘yo estaba de acuerdo, en grosso modo con la política exterior de México’, una vez ocurrida la represión del 2 de octubre para Octavio Paz lo vuelve insostenible seguir representando al gobierno mexicano en Nueva Delhi, y renuncia. Esta renuncia ha sido técnicamente puesta en duda, por un asunto complejo del reglamento del Servicio Exterior Mexicano, en ese entonces que un empleado diplomático como un embajador renunciase, no sólo era deshonroso, sino la renuncia anulaba los derechos laborales, en este caso la pensión, acumulados en un cuarto de siglo”, explicó Domínguez Michael. De esta manera, lo que debió haber ocurrido, según el crítico literario, fue Paz quien pidió ser puesto en disponibilidad, o “irse a la banca mientras se acaba el partido”, como dijo Domínguez Michael.
Otra visión de esta etapa de Paz en India corrió a cargo de la doctoranda en la Universidad de Chicago, Ysé Bourdon, cuya tesis de maestría sobre India y Octavio Paz es un texto de interés para los estudiosos del tema. Bourdon habló sobre los paralelismos entre Paz con escritores como José Vasconcelos, Pablo Neruda y Julio Cortázar como escritores que habían visitado anteriormente a India.
“Me interesó en este trabajo destacar la singularidad de Paz, singularidad mexicana, quizás singularidad personal de esta figura de diplomático y escritor excepcional y la comparé brevemente con las figuras, tanto de Borges como de Pablo Neruda y de Julio Cortázar, a quien recibió unos meses antes de renunciar en el 68 en Nueva Delhi, y esa comparación permite entender mejor la amplitud de vista de Paz sobre la India, y no sólo sobre México y su lectura occidental sobre la India”, explicó Bourdon.
Los expertos mencionaron que parte de la investigación biográfica el portal zona.octaviopaz.org aloja parte de las cartas y declaraciones del escritor en su encrucijada por la India.
JMH