El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco) prepara sendas exposiciones de las artistas Gerda Gruber (Bratislava, 1940), para septiembre, y Teresa Margolles (Culiacán, 1963), en noviembre.
Taiyana Pimentel, directora del Marco, comenta a Notivox que se busca reposicionar la obra escultórica de Gruber, quien está cumpliendo 50 años de vida artística en México y quien tuvo un impacto importante en Monterrey. De Margolles, se presentará una muestra de su trabajo de las dos últimas décadas, la mayor parte desconocido en el país, “la mayor revisión de su carrera en América”.

De Gruber, la exposición Entre verde y agua estará abierta del 11 de septiembre a febrero de 2026 e incluye 118 piezas. En abril de 2026 se trasladará al Museo de Arte Moderno (MAM) de Ciudad de México. La de Margolles, todavía sin nombre, presenta 28 obras, entre ellas 14 proyectos.
En el caso de Gruber, la curaduría está a cargo de Daniela Pérez, curadora en el Museo Tamayo en 2007 y luego, en 2015, subdirectora artística, quien ha trabajado e investigado la obra de la escultora.

Pimentel recuerda que Gruber colaboró con promotores y educadores de arte en Monterrey desde los años 90 y hasta la segunda década del siglo actual, pero también con galerías comerciales y empresas, dejando una parte importante de su trabajo en colecciones regiomontanas, que ahora prestan sus obras.
“Marco, en su búsqueda de construir historia, de reconstruir la historia contemporánea del arte en Monterrey, revisamos la obra de artistas como Gerda, que se está reposicionando. Estamos buscando curadores, museos, revisar todo su discurso y toda su aportación a la historia del arte mexicano”.
La directora dijo que la muestra de Gruber es la primera revisión que se hace en el país. “Abarca desde principios de los 90 hasta el presente, con un fuerte impacto en las colecciones de Monterrey, donde se coleccionó muchísimo, en escultura en madera, en piedra y en cerámica. Otro cuerpo de la muestra pertenece a su trabajo con instituciones en Ciudad de México. Y está toda esta nueva ola discursiva del trabajo de la artista austriaca conectada con naturaleza, ecología o la subsistencia”.
En ese sentido, comentó que probablemente será la primera vez que estas obras de Gruber de colecciones regiomontanas van a convivir públicamente, porque han sido muy poco vistas en exposiciones abiertas.

Para ambas muestras habrá catálogo: para el de Gruber, la coleccionista y promotora Catherine Petitgas, quien trabaja parte del año en Mérida, donde reside la escultora, aceptó adaptar su libro inédito realizado durante varios años para el catálogo, que edita la firma española This Side Up, en acuerdo con la curadora Daniela Pérez, quien escribe en él, al igual que su colega Osvaldo Sánchez.

Sinfonía sonora y objetual
El catálogo de Teresa Margolles está todavía en desarrollo, a cargo de la editorial italiana especializada en arte Skira.
Pimentel, curadora también de la exposición de Margolles, recordó que desde hace varios años no se ha presentado una muestra de la artista conceptual y fotógrafa sinaloense, fundadora del colectivo Semefo.
“Sus últimas participaciones en México estuvieron asociadas a su representación del país en la Bienal de Venecia en el pabellón de México (con ¿De qué otra cosa podríamos hablar?, en 2009) y a la comisión del MUAC (Museo Universitario Arte Contemporáneo) en la UNAM con la obra La promesa.
“La exposición en el Marco se acerca a los discursos y problemáticas que ha hecho Margolles en las dos últimas décadas de su trabajo, si bien también hacemos un guiño curatorial a piezas de principios de 2000, que han sido trascendentales en la construcción y en su práctica artística”, refirió la directora.
Adelantó que entre las obras de la sinaloense estarán las instalaciones La gran América (2017), con 1 mil 400 ladrillos de arcilla extraída del río Bravo y cocida con las técnicas tradicionales de Paquimé, Chihuahua, por el artesano Israel Gómez; y La promesa (2012), para la que se realizó la deconstrucción y traslado de los restos triturados de una casa de interés social de Ciudad Juárez afectada por violencia.
También se incluyen la serie fotográfica Pistas de baile (2016), en la que la artista muestra a prostitutas transexuales en Ciudad Juárez y que se exhibió en Madrid en el vigésimo aniversario de PhotoEspaña.
“También va a definir la exposición una nueva comisión que está asentada en obras que Margolles hizo anteriormente pero que en este caso pretende generar una gran sinfonía sonora y objetual del contexto en que vivimos. No le puedo dar más detalles, porque Teresa no me lo permite.
“Se van a exhibir en Marco algunos testigos. Ella usa mucho el término testigo para denominar no nada más sus obras, sino, valga la redundancia, testigos de situaciones que ella aborda en su obra. Uno de esos testigos, nunca antes exhibido, va a estar en Marco. Es un contenedor de historias, de vivencias, de discursos que han definido su paso por Ciudad Juárez”, esbozó la curadora.
Pimentel comentó que ha colaborado con Teresa Margolles en diversos momentos de sus vidas profesionales y juntas han intentado armar un proyecto curatorial, que finalmente verá la luz en Marco.
“La obra de Teresa no es tan efímera, porque ella conserva casi todos sus procesos de trabajo; aquellos que ocurrieron en el espacio público y que no se conservan como objetos, sin embargo están documentados a través de la fotografía y el video. Muchas de esas obras existen en ese formato y ella las construye, de hecho, desde el lugar fotográfico como testigo, como testigo de los hechos, como testigo de ese dolor que ella persigue en este fenómeno social que estamos viviendo en las últimas décadas de la vida del ser humano. Porque yo me atrevería a decir que si bien México es un escenario protagonista en la historia del dolor a raíz de la violencia, también será oportuno subrayar que hoy no existe un rincón en el mundo que sea ajeno a la situación que vivimos”.
Comentó que 60 por ciento de las piezas de Margolles que estarán a partir del 11 de noviembre y hasta marzo de 2026 en las salas 6 a 11 y en el Patio de las Esculturas del Marco no ha sido visto en el país, y la mayoría son obras producidas en América Latina: Brasil, Guatemala, Colombia, México.
“Muchas de estas obras tienen que ver con nuestro tejidos sociales erosionados”, indicó Pimentel.

Buscando una balanza entre géneros
Sobre cómo es que convivirán ambas exposiciones en el museo, explicó que no se están buscando contrapuntos en la programación de Marco, sino que su gestión al frente de la institución está interesada por darle visibilidad y voz a aquellas artistas que no han sido revisadas hasta el momento.
Y en ese sentido resaltó la presencia de artistas mujeres en las exposiciones que ha tenido Marco y las que también habrá en el último semestre del año: como las de Cosa Rapozo, Wendy Cabrera, Amor Muñoz y Lucía Vidales, a las que se suman las de Daniel Guzmán, Carlos Lara y Óscar Murillo, esta última, Espíritus en el pantano, también curada por Pimentel, que estará ahora en el Museo Tamayo.
“Estamos buscando una balanza justa entre mujeres artistas y artistas hombres en nuestros programas”.
Ante las polémicas del año pasado en museos de arte de Ciudad de México, que obligaron al retiro de obras de la argentina Ana Gallardo en el MUAC y de la danesa Nina Bayer en el Tamayo, se pregunta a Taiyana Pimentel si hay riesgo de que pase lo mismo con Margolles, como en su época con Semefo.
“Aquella postura de los medios un poco amarillista en relación con la obra de Semefo se ha transformado completamente cuando hablamos de compromiso social de una obra como la de Teresa Margolles en el siglo XXI. Más allá de los escándalos y los amarillismos, hay que entender que esta es una de las artistas capitales de estos momentos en la construcción del arte contemporáneo en el mundo.
“El compromiso que lleva el nivel de representación que genera Teresa Margolles de los problemas que acompañan al ser humano poco tienen que ver con escándalos o con amarillismos. Teresa ha estado en los foros trascendentales del arte contemporáneo hoy en día: en la Bienal de Venecia en dos ocasiones, ganadora del Oso de Plata. Y una de las piezas que exhibimos viene de la Bienal de Sydney”, sostuvo.
Pimentel dijo que la muestra en Marco será el primero de tres escenarios continuos, “trascendentales”, que van a estar revisando la obra de Teresa Margolles en el mundo, pero rechazó identificar a los otros dos.
“La crítica se ubica en relación al discurso y no al espectáculo, porque su obra que no tiene nada de espectáculo, sino una reflexión profunda del dolor que acompaña a muchos seres humanos en la actualidad”, concluyó.