Emilio Carballido Fentanes (Orizaba, Veracruz, 1925-Xalapa, 2008) es recordado principalmente como un brillante dramaturgo, narrador y novelista, pero hay una faceta que pocas veces se destaca, aunque revela la profundidad de su alma creativa: su pasión desbordante por el cine.
A lo largo de su extensa y fructífera trayectoria, Emilio vio cómo varios de sus guiones y obras teatrales cobraban vida en la gran pantalla, nada menos que en 40 películas. Su amor por el séptimo arte no fue simplemente un complemento, sino una expresión vital que enriqueció su obra y dejó una huella imborrable en la cultura mexicana.

Carballido es uno de los grandes dramaturgos mexicanos, escribió obras de teatro, novelas, guiones de cine y cuentos para niños.
Héctor Herrera, promotor cultural y pareja de Carballido, con quien formalizó legalmente su relación, dice que es en este ámbito de la cinematografía en donde le gustaría que se le hiciera justicia en el contexto del centenario del nacimiento del creador, que se conmemora este 22 de mayo.
“En eso estoy trabajando precisamente, ya empecé a realizar los trámites y los contactos desde la semana pasada con la Filmoteca de la UNAM para poder editar un libro y tener la Memoria del Cine de Emilio Carballido, porque ahí es en donde no se le ha puesto mucha atención a sus guiones y a su obra fílmica”, dice.
El homenaje al dramaturgo veracruzano iniciará con el montaje de la obra Te juro Juana que tengo ganas, que ofrecerá la compañía francesa Catherine Delattres el 22 de mayo, día del natalicio del polifacético creador, en la Sala Emilio Carballido, en la ciudad de Xalapa. Posteriormente la obra se presentará en Córdoba, donde se ofrecerán dos funciones el 24 y 25 de mayo; la gira terminará el día 28 de mayo en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, en la Ciudad de México.
El proyecto
Herrera comenta que el libro tendría el título provisional El cine de Emilio Carballido.
“Mi idea es invitar a especialistas, así como algunos de sus alumnos, José Luis Aguilar, Roberto Fiesco y Elisa Lozano, además de algún crítico cinematográfico, para que escriban algunos textos sobre la obra Carballido. Podríamos incluir en ese libro fragmentos que tengo de algunos de sus guiones, además de las imágenes fílmicas porque sería un volumen más iconográfico, ya que el cine es muy visual”.
Carballido además de ser coautor de los guiones de la película Macario y Nazarín (este último con Luis Buñuel y Julio Alejandro), intervino en los filmes Días de otoño y La rosa blanca. Trabajó con Alfonso Arau en dos películas; también se filmaron muchas de sus obras como Rosalba y los llaveros y Felicidad.
Se llevó al cine su novela Las visitaciones del diablo, también las piezas La obras del D.F., Orinoco, Rosa de dos aromas y El tren que corría, que en cine se llamó Me lleva el tren.
Intervino en varias películas que no fueron guiones de él, como El hombre de los hongos, El tejedor de Milagros y Cabaret trágico.
“Tendríamos bastante material, ya establecí contacto con la gente de la Filmoteca la UNAM para poder hacer este proyecto justamente en este año, por eso estuve en Ciudad de México la semana pasada, ellos tienen muchas fotografías, afiches y guiones”.
Por supuesto, en este proyecto editorial involucraría a la Universidad Veracruzana, donde Carballido trabajó, así como al gobierno de Veracruz: “Tocaré puertas porque quiero que salga un libro muy profesional, hecho por especialistas y con un buen diseño”, dice Herrera.

Influencia global
Héctor Herrera comparte cómo fue su vida al lado de este genio de la creación.
“Como persona y como artista Emilio disfrutaba y escribía mucho en los aviones, en los trenes, en los autobuses y en las salas de espera, era una manera de describir su entorno, siempre llevaba consigo sus plumas y libretas. Le encantaba además cocinar pescados y mariscos, al fin veracruzano”.
¿Podrías relatar cómo fueron de las primeras parejas en formalizar legalmente su relación?
Era algo que nosotros queríamos hacer por lo que nos había tocado vivir. Cuando Emilio se enfermó y estuvo hospitalizado, los médicos no me daban el reporte médico, yo les explicaba nuestra situación, pero ellos argumentaban que yo no tenía autoridad, entonces tenía que acudir un familiar para que le dieran informes sobre su estado de salud.
“Afortunadamente se aprobó esta ley en México, lo que ahora viene siendo el matrimonio igualitario, entonces nosotros, después de que salió del hospital, decidimos hacer formal nuestra sociedad de convivencia, que significó un hecho histórico, nos veían en la calle, nos reconocían y felicitaban porque toda la prensa cubrió la noticia.
En contexto del centenario, ¿publicarás textos inéditos?
Lo único que queda sin publicar es una novela que está inconclusa. Trabajamos un poco hacia el final de su vida porque él ya se cansaba mucho, pues en los últimos años fue difícil debido a que Emilio tuvo un evento vascular cerebral y después vino su recuperación. Fue entonces que empezamos a trabajar en esta novela, ya la conocía yo pero estaba en desorden. Aunque trabajé con él, el tiempo nos ganó.
Lo que yo pensaría hacer es volver a revisarla, a lo mejor con un especialista, con algún crítico literario, o alguien que viera si vale la pena o no publicarla.
Lo que recuerdo es que son fragmentos que me leyó de una novela que sucede en India, aunque se desarrolla en varios países, es como un relato de viajes y de aventuras. Es una novela fantástica muy compleja que escribió en varias etapas de su vida porque él anduvo seis meses en Japón, luego vivió en India, le dio la vuelta al mundo.
¿Consideras que su obra ha sido valorada?
A mí lo que me gusta es que la obra de Emilio se ha estado presentando no nada más en México, sino en países como Italia y Francia, recientemente se montó la obra Juana te juro que tengo ganas por una compañía francesa.
Me han pedido permiso para hacer lecturas de obra como Rosa de dos aromas en la radio japonesa; nos solicitaron autorización en Rusia, así como varias ciudades de Estados Unidos, Argentina, Brasil y Ecuador y México para montar sus obras de teatro.
En Brasil se representa mucho la obra Orinoco, a cada rato me piden permiso, creo que es el país, después de México, donde ha habido más representaciones de esa pieza.
¿Todavía conservas la máquina de escribir del maestro Emilio Carballido que fue de Salvador Novo?
Sí, está en la casa de San Pedro de los Pinos, en su estudio. Aunque Emilio intentó escribir en una computadora, siempre regresaba a su máquina de escribir porque no se acostumbraba a la tecnología. Y fue en ella donde escribió muchas de sus grandes obras de teatro y guiones de películas.
¿Dónde nació el maestro Carballido? Porque hay controversia.
Él dijo que no se acordaba del lugar de su natalicio, pero él nació por azares del destino en Orizaba, el 22 de mayo de 1925, debido a que su padre era ferrocarrilero y se llevó a su familia a ese lugar, aunque después, de niño, partiría a Ciudad de México con su mamá, tras el divorció de su papá. Al regresar a Veracruz, él decidió decir que había nacido en Córdoba al descubrir su estado a través de sus tías y de su papá, que vivían en ese lugar.
Yo cada año organizo el Festival Emilio Carballido en Córdoba porque aquí siempre lo mimaron y fue muy bien recibido, su nombre está incluso con letras de oro en el Salón de Cabildos de la presidencia municipal. Carballido adoptó a Córdoba y este maravilloso sitio lo adoptó a él.