Aquejada por un mal de retina que la ha dejado casi invidente, Desy Icardi (Turín) ha derivado su labor como actriz, directora de teatro y promotora cultural hacia la creación novelística, con tres títulos de una serie sobre los sentidos y dos en proceso para los que, dice, se resiste a esperar a la musa y la despierta a las cinco de la mañana todos los días, “porque la inspiración existe, claro, pero hay que cultivarla con constancia y disciplina”.
De gira por México y Colombia para promover el primer título de la serie, El aroma de los libros (AdN Alianza de Novelas, 2020), se declara fanática del papel, aunque ahora cultiva el libro electrónico por su problema de salud, y resalta devoción por autores como Dostoievski, Tolstói y Conan Doyle, además de comparar la magia de su natal Turín con la de algunas ciudades latinoamericanas.
Leo el título El aroma de los libros y no puedo dejar de pensar en otras obras que basan su trama en ese sentido, como El perfume de Patrick Süskind o Bajo el sol jaguar, de Italo Calvino. ¿Qué autores influyeron en su novela?
"Cuando yo era niña, en Italia vendían libros muy baratos, costaban solo mil liras (el equivalente a un euro o un dólar hoy) y eran en su mayoría clásicos italianos, franceses, británicos, rusos, españoles y alemanes. El primer libro que me impactó profundamente fue Las noches blancas de Fiodor Dostoievski, una novela corta en la que hay de todo: amor, drama, realismo, fantasía e ironía."
Hay una referencia explícita de inicio, en forma de paráfrasis, a Anna Karénina de Liev Tolstói. ¿Es una especie de homenaje a uno de sus libros o autores favoritos?
"El aroma de los libros es la primera novela de una pentalogía sensorial que, a través de los cinco sentidos, narra el amor por la lectura y el mundo de los libros. Cada una de las cinco novelas está dedicada a uno de los cinco sentidos y cada una comienza con la paráfrasis de un célebre íncipit. Los que he elegido son de algunas de las novelas que más he amado: Anna Karénina para El aroma de los libros, Orgullo y prejuicio para La chica de la máquina de escribir y Moby Dick para La biblioteca de los susurros. La cuarta novela, que estoy escribiendo ahora, y la quinta, con la que cerrará la saga, también comenzarán con los íncipit de clásicos que me han encantado."
También se nota una preocupación por el uso del lenguaje con alguna crítica contra el uso de expresiones extranjeras, inglesas o francesas. Cuénteme sobre eso.
"Es una elección ligada principalmente al período histórico. El aroma de los libros está ambientada entre los años treinta y cincuenta, épocas en las que las lenguas europeas no estaban tan contaminadas como hoy. Además, en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, el régimen fascista no permitía el uso de términos extranjeros e insertarlos en la novela habría sido una inexactitud histórica."
La trama de su novela sucede en el Turín en 1957. ¿Por qué esa región y por qué esa época?
"Turín es mi ciudad y conozco sus aspectos más íntimos, además de tener fama de ser un lugar mágico, lleno de historias de alquimistas, fantasmas y hechizos (en esto se parece un poco a muchas ciudades latinoamericanas). En definitiva, Turín fue el escenario ideal para una novela de realismo mágico. Elegí ambientar la historia de Adelina en 1957 porque hoy una niña que se olvida de leer y descubre que sabe hacerlo con el olfato, habría llamado la atención (¡justificada!) de los profesores, psicólogos y científicos. Necesitaba un momento histórico en que la niña se viera obligada a enfrentarse sola a su problema."
Hay referencias al Quijote en su novela y acaso un gran escritor ciego, Jorge Luis Borges, hubiera querido leerlo por el aroma de sus páginas. ¿Qué autores en español admira?
"Después de leer muchos clásicos europeos durante mi adolescencia, conocí la literatura sudamericana y fue maravilloso descubrir una forma de escribir tan lejana, pero a la vez cercana y familiar. El amor, las relaciones familiares, la búsqueda de la libertad y de la identidad son temas universales que afectan al alma. Me encantan muchos autores latinoamericanos, en particular Gabriel García Márquez, Isabel Allende y Laura Esquivel, pero hay tantos otros maestros que me enamoraron del realismo mágico. Regresé de mi gira promocional por México y Colombia con una libreta llena de títulos de autores locales que quiero leer cuanto antes."
¿Hubo influencia de Edgar Poe para introducir una trama de misterio o de alguien más actual como Dan Brown y El código Da Vinci?
"Amo a Edgar Allan Poe y quizás algunos de sus oscuros cuentos que leí cuando era niña se colaron en El aroma de los libros, pero creo que la pizca de misterio que introduje en la novela proviene de Arthur Conan Doyle y su Sherlock Holmes."
Usted se enfoca en el aroma de los libros cuando hay una crisis en la industria por falta de papel. ¿Qué futuro augura a los periódicos y a los libros?
"Soy una fanática del papel, pero debido a una enfermedad de la retina que me ha debilitado la vista, casi hasta la ceguera, cambié al libro electrónico, que me permite ampliar los caracteres. Fue una elección dolorosa. A veces voy a la librería, huelo los libros y los compro, aunque sé que no puedo leerlos. En los últimos años, sin embargo, he aprendido que una historia es una historia, en cualquier soporte que se encuentre, pero seguiré frecuentando y recomendando librerías, que son refugios para el alma."
¿Cómo es su proceso creativo? ¿Apuesta por las musas, la inspiración, o está más del lado de la disciplina?
"No, nunca espero a la musa, ¡me levanto a las cinco de la mañana y voy a despertarla! La inspiración existe, pero hay que cultivarla con constancia y disciplina. Como dijo Thomas Edison: “El genio es uno por ciento inspiración y noventa y nueve por ciento transpiración”. No quiero pretender ser un genio, no lo creo en absoluto, pero creo que la regla de Edison se aplica a cualquier trabajo creativo."
Usted es actriz y mujer de teatro. ¿Cómo fue esa transición a la novela?
"Mi primera experiencia como escritora fue en el teatro, cuando hacía reducciones teatrales de novelas. Luego comencé a escribir comedias originales y una de ellas se convirtió en novela. Este, en definitiva, ha sido mi camino."
Como lectora y como escritora, ¿Cuál es su género favorito?
"Me encanta leer los clásicos, el realismo mágico y las novelas históricas. Estas lecturas son también la fuente de inspiración para lo que escribo."
DAG