Cultura

Coahuila solo puede sostener la FIL tras recortes federales

Recortes presupuestales; en detrimento de los productos culturales

En el segundo semestre de 2022, la entonces secretaria de Cultura en Coahuila, Ana Sofía García Camil, debió explicar que el recorte al presupuesto de la federación impedía continuar con los programas y proyectos en la entidad. Con un recuento histórico, informó que en 2018 se recibieron 32 millones de pesos directos, más otros 15 millones en recursos etiquetados, lo que permitió aplicar 47 millones de pesos. 

Pero al año siguiente Coahuila recibió solo 10 millones. Y el en 2020 esa cifra se recortó a la mitad. Tras decretarse la pandemia por Covid-19 y pedirle a la población que permaneciera en casa, el recorte financiero no se percibió y el trabajo institucional se realizó a través de las redes sociales, de la mano de los artistas.

Pero en el 2021 la federación destinó a Coahuila solo 1 millón de pesos por lo cual García Camil al cierre de su gestión anunció la cancelación del Festival Internacional de las Artes Julio Torri, en el cual se invirtió en su última edición 18 millones de pesos, así como el Premio Internacional Manuel Acuña de Poesía en Lengua Española, que entregaba al ganador 120 mil dólares. 

Lo único que se sostiene hasta el momento es la Feria Internacional del Libro de Coahuila (FILC), que cada año se realiza en Ciudad Universitaria, en Arteaga, y que en su vigésima sexta edición bajo la administración de Esther Quintana Salinas, no tuvo país invitado, sino uno homenajeado, y extendió por vez primera su sede y por diez días al Centro de Convenciones de Torreón.  

La lucha por la cultura

Artistas e investigadores coinciden en que la cultura no es un lujo o privilegio, sino un derecho y pilar del desarrollo social. Pero los recortes a su presupuesto confirman que, a pesar del prestigio dado al país en el mundo, y de la cohesión social generada al interior, los gobiernos la observan como accesoria o prescindible. 

En el libro de Carlos Lara G., 'La reforma cultural', se afirma que México por décadas “fue una nación que, además de haberse distinguido por su gran riqueza artística y cultural, sirvió de referente continental en la materia. La apertura política y económica de finales de los noventa, derivada del proceso de interconexión global, desembocó en grandes transformaciones en el ámbito social y cultural”.

Además, la cultura es siempre invocada para dar solución a los problemas generados por la política y la economía. Y en los tiempos de mayor violencia se le ve como tegumento para restablecer el tejido social. Pero jamás se le piensa cuando se impulsan cambios, siendo excluida de reformas e incluso de lo que los estándares internacionales recomiendan, la dotación del 1 por ciento del gasto público que, en México, equivaldría a 93 mil millones de pesos. 

El Centro de Análisis e Investigación, Fundar, suscribió que luego de la preocupante propuesta de recorte del 30.8 por ciento, presentada el 15 de noviembre pasado en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2025, “consideramos acertada a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, de reintegrar 3 mil millones de pesos al presupuesto destinado a la Secretaría de Cultura, elevándolo a 15 mil 081 millones de pesos para 2025”.

Aunque Fundar observa la medida como un paso adelante, aunque insuficiente, afirman que el presupuesto para la cultura debe seguir creciendo, y que los 15 mil 081 millones representan aún un recorte del 13.70 por ciento en términos reales en comparación con el presupuesto de 2024, lo que no alcanza para atender las necesidades y garantizar el acceso equitativo a la cultura en todo el país.


Cultura, en manos de la iniciativa privada


Boris Schoemann es un director, actor, traductor, editor y docente teatral que nació en París en 1964, donde estudió comercio internacional y actuación. Pero decidió desarrollar su vida profesional en México desde 1989, tomando la nacionalidad mexicana. En el año 2000 fundó la compañía Los Endebles y es director artístico del Teatro La Capilla en la Ciudad de México.

Para MILENIO, afirmó que cada vez hay más escuelas de teatro en México, lo cual, por un lado, celebra. Pero ocurre que, por ende, hay más actores que egresan y lo que falta son producciones y proyectos culturales donde puedan participar.

“Lo que vemos es que cada día el pastel es más chiquito para más participantes. Ha habido a nivel estatal y federal una reducción de los presupuestos a Cultura, lo cual es bastante inquietante, y te diría que si el presupuesto se va hacia los militares y no a la cultura, tal vez estamos mal como país”.

A Schoemann se le cuenta que el coreógrafo y bailarín Ruby Gámez, Premio Nacional de Danza 'José Limón', presenta 'Der Architekt' en Monterrey. Y que afirma que el reto común entre los artistas escénicos es que las producciones sean cada vez más compactas para moverlas, a pesar de que en las décadas de los ochenta y noventa no había problema por el número de participantes. Y él, lo confirma.

“Había una especie de mercado de talleres y de giras que existían y que se ha reducido bastante a raíz de que el Estado disminuyó el monto para producciones, para apoyo al arte y a la cultura. Lo que ha sucedido desde hace décadas es que para recuperar algo de producciones nos mandan con empresarios con la famosa ley que da paso al Efiartes”.

Para Shoemann quizá esta sea la ley más “neolibreral y antidemocrática” porque para ser producidos por los empresarios hay que tener contactos, de tal suerte que se generan trabajos artísticos de grupos que gozan del apoyo de patronos que, a su vez, forman parte de la iniciativa privada. O se valen de personajes que aprovechan su cercanía con el poder y gestionan recursos a cambio de un porcentaje. 

“Se trata de un bróker que va a permitir que se dé el vínculo entre la empresa y la producción teatral que busca financiamiento. Y esto ha generado otro descontrol, porque solo ciertas producciones de corte más comerciales son las que se montan, porque son las que apoyan las empresas. 

“Por eso se deben poner lineamientos sobre hacia dónde se quiere avanzar porque para eso están los impuestos: para financiar hospitales y carreteras, pero también a la cultura y generar una infraestructura en muchos niveles, en vez de enviar a la jaula de los leones donde es difícil sobrevivir cuando eres un joven que pretende desarrollar un trabajo teatral”. 

En el caso de Ruby Gámez, recibió en el 2024 un estímulo dentro del Consejo para la Cultura y las Artes, Conarte, del Centro de Creación Coreográfica en Monterrey. Fue así como desarrolló su propuesta de danza contemporánea que tuvo ensayo abierto y una temporada con dos funciones en el Teatro del Centro de las Artes. Él espera presentarse en ciudades que no están muy distantes.

En el caso de Monterrey, se impulsó la creación de la primera Secretaría de Cultura a cargo de Melissa Segura Guerrero. Y fuera del programa diseñado para la conmemoración del bicentenario de Nuevo León, destaca la creación de 17 Festivales Barriales y 10 Macrofest, con un monto de inversión que ronda los 30 millones de pesos.

Asimismo, se diseñó el Plan Estatal de Desarrollo 2022-2027 para generar mecanismos para la participación de poblaciones prioritarias en la vida cultural y en el desarrollo de políticas culturales. Pero durante el mes de abril pasado, congresistas pidieron aclarar observaciones realizadas por la Auditoría Superior del Estado en cuanto al recurso público que la dependencia etiquetó como “ayudas sociales”, así como subejercicios detectados en el análisis de la cuenta pública en la cuenta pública de 2023.


IMSS-Cultura 2025 


Martha Eugenia Chávez es dramaturga, actriz, directora de teatro y maestra. Ella ha diseñado una propuesta para presentarse fuera de la arquitectura escénica, es decir, en foros independientes y en barrios populares. Sin distingo de partidos políticos, afirmó que el recorte a la cultura se sostiene y, tanto en Coahuila como a escala nacional, se ha ido a la baja.

“Efiartes no es una convocatoria sencilla y se acorta el número de gente que puede participar porque exige un equipo de trabajo consistente, administrativo de entrada, y ni siquiera te comparten una lista de posibles candidatos empresarios que quieran participar. Otras convocatorias pretenden llegar a más creadores y acabamos de ver los resultados de Escenarios IMSS-Cultura, donde no quedó absolutamente nadie de Coahuila. 

La convocatoria nacional, apuntó la dramaturga, se dividió en cinco regiones. Y en la que participó se aceptaron propuestas de Nuevo León, Durango, Zacatecas y Chihuahua, excluyendo a Coahuila, a pesar de que cuenta con tres teatros del Instituto Mexicano del Seguro Social.

“Estuvimos conscientes de que, de ser seleccionados, tendríamos que viajar a Zacatecas o Durango para presentarnos. Nos gustaría que se activaran los teatros del IMSS, que en Coahuila hay en Saltillo, Monclova y creo que en Piedras Negras. La sorpresa fue que ningún proyecto de danza o teatro de Coahuila quedó seleccionado. Ninguno”.

Como coahuilense y desde Torreón, Chávez ha desarrollado su trayectoria escénica. Y aunque sus trabajos han sido seleccionados en muestras y convocatorias nacionales, en otros casos ha debido trabajar propuestas para la entidad, pues acotó, el trabajo de los ayuntamientos, a veces, es inexistente para los profesionales de las artes escénicas.



DAED


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Lilia Ovalle
  • Lilia Ovalle
  • Socióloga por la Universidad Autónoma de Coahuila. Periodista desde el año 1999.
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