Con el tercer concierto de la Temporada de la Filarmónica 5 de Mayo el próximo 18 de octubre, en el Auditorio de la Reforma en Puebla, y la presentación de la ópera de atril dramatizada "Reina y Mujer", el 26 de octubre en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) en la Ciudad de México, la soprano poblana, Enivia Muré, reveló sus procesos para dar voz a dos mujeres diferentes en escena: el persona del aria "Ah! Pérfido" Op .65, de Ludwig Van Beethoven; e Isabel I, monarca de Inglaterra desde la creación del director Federico Figueroa, las cuales tienen contrapuntos en sus caracteres, sin embargo, la mujer mexicana puede identificarse en ellas pues ambas "son una dualidad presente".
En la presentación del 18 de octubre, la Filarmónica 5 de Mayo presentará Obertura Trágica, Op.81, de Johannes Brahms; Aria "Ah! Pérfido", Op. 65, de Ludwig Van Beethoven; y Sinfonía No. 4 en Re menor, Op. 120, de Robert Schumann, bajo la dirección de Fernando Lozano, a las 19 horas, en el Auditorio de la Reforma.
Sobre su participación en este programa, Muré explicó que dará vida a un personaje particular en la obra de Beethoven, la cual estuvo dedicada a la Condesa Josephine von Clary Clam-Gallas: "Es un concierto sinfónico y en el programa se ha insertado una obra muy emblemática de Beethoven, y digo que es emblemática porque solo escribió una pieza para soprano que tiene la forma de un aria de ópera, y tal cual, cuenta una historia. En este caso, habla de una mujer enamorada de un hombre que la abandona. Beethoven nos cuenta cómo ella, primero, furiosa maldice la figura masculina, lo manda al infierno y goza por cómo lo van a destruir los demonios, a pesar de todo el amor que le había mostrado. Después ella se arrepiente y pide perdón por él y dice que da con gran alegría su vida. Esta aria dura 14 minutos (...) Es un concierto alemán, muy sobrio, muy fino. muy intenso y estoy feliz de participar una vez más con nuestra orquesta", explicó.
Mientras, tras la estreno mundial de la ópera atril "Reina y Mujer", de Federico Figueroa, en el pasado Festival Internacional 5 de Mayo y luego de pisar escenarios de Europa, este proyecto llegará el próximo 26 de octubre a las 19 horas, al Auditorio "Blas Galindo" del Centro Nacional de las Artes (Cenart), ahora con el tenor, Ricardo Calderón, y el pianista, Israel Barrios, donde a decir de Muré, su proceso para dar vida a Isabel I ha continuado: "Cada vez que se presenta cambian cosas, porque la interpretación va madurando tanto vocal como histriónicamente. Hay cosas que van cambiando porque vas descubriendo otros lugares de la misma reina, la voz principal (...) Será una interpretación muy viva y creo que van mejorando más cosas, esa es la intención", explicó la soprano.
Al ser cuestionada sobre cómo se ha enriquecido su personaje durante esta serie de presentaciones, la artista explicó que han aparecido fortalezas físicas como emocionales durante su trabajo interpretativo, lo cual le ha permitido conocer y redescubrir caracteres de la monarca de Inglaterra. "Me siento muy emocionada porque quiero ver quién es la que va resolver a Isabel I, pues soy otra Enivia a la de hace cuatro meses cuando se estrenó. Me he metido a procesos actorales muy fuertes, que no tienen nada que ver con la reina y quiero descubrirlo", comentó.
En ese sentido, al comparar ambos personajes, la soprano explicó que estos tienen diferentes personalidades, pues mientras en la mujer de Beethoven se podrá aprecia la ira y furia ante la decepción y el abandono, en Isabel I se muestra el dominio y el poder.
"La mujer abandonada de Beethoven me parece que es como Doña Elvira, en 'Don Giovanni', de Mozart, quien enfurecida va a buscarlo porque la abandonó en la noche de bodas. Veremos a esa mujer con furia pero mucho más íntima, con una fuerza interior donde reclama en el momento y el lugar (...) Por otra parte, vemos a una Isabel I empoderada, que no solo ha gobernado a un pueblo, sino a hombres. Está acostumbrada a que todo mundo haga su voluntad, y es porque si no, no podría tener el control. Ella no busca. Vemos a dos mujeres distintas".
Por lo anterior, la soprano consideró que el dar vida a dos personajes diferentes tuvo entre sus bases un proceso de investigación que la llevó a un comparativo histórico, así como a indagar en sus experiencias personales, aunado a la observación de las mujeres de su entorno. "Tuve que verlas, analizarlas, procesarlas y vivirlas (...) A veces hay una limpieza interna y en otros aspectos ya no me identifico con los personajes, pero siento que el explorarlas y trabajarlas me permite hacerlas de forma auténtica".
Por último, comentó que la mujer mexicana puede sentirse identificada con estos dos personajes: "Creo que la mujer mexicana es un ser muy fuerte, más de lo que ella cree. Estamos en una época difícil de violencia y existen polos en cada mujer, desde del dominio y el ser dominada. Ambas cosas requieren mucha fuerza y la mujer mexicana se puede identificar", finalizó.
ARP