“Lo que usted tiene ahí es un clásico cuadro de gnatostomiasis: el gusano del sushi”, así arranca Fieras interiores (Random House) de Andrés Cota Hiriart (México, 1982), quien explora la llamada liternatura. También zoólogo y naturalista habla de parásitos y enfermedades mentales en relatos que componen un bestiario personal, tan aterrador como interesante, salpicado de humor y divulgación científica.
¿Qué es Fieras interiores?
Un libro que trata de las presencias que nos habitan. En un sentido biológico, son los tripulantes de las entrañas y los seres con los que coexistimos, digamos, de manera natural. A veces pensamos que somos individuos, pero realmente nuestro cuerpo es un ecosistema y pululamos de vida por dentro y por fuera. Estas presencias que nos habitan desde el lado zoológico o de microorganismos, y por otro, las presencias de carácter psicológico, esas personas que marcan nuestra vida, en mi caso, mi abuela, que tenía un cuadro de esquizofrenia que con la edad se fue acentuando y estaba en otra realidad.
¿Por qué te interesaste en los parásitos?
Como biólogo y zoólogo, estas historias medio delirantes de vida, de los parásitos que trastocan nuestras preconcepciones totalmente, siempre me han resultado fascinantes y he ido coleccionando varias a lo largo de la vida. Me importa hacer alusión a que las personas no estamos por fuera del orden natural, somos vida, somos naturaleza en nuestra propia anatomía, y entonces con eso ir combatiendo ideas que a veces tenemos de ser superiores al resto. Estamos a merced de los mismos procesos; digamos que en el mundo viviente estar parasitado o bien que ser habitado por otros organismos es lo común y nosotros no somos la excepción.
¿Es un mundo inquietante
y aterrador?
Hay un lado que es francamente inquietante y perturbador en aquellos parásitos y también microorganismos patógenos que devienen en enfermedad, que un poco te roban tu devenir, pero no son la mayoría. Hay mucho tipo de parasitismo que casi se asemeja más a la simbiosis. Todos estos microorganismos, que son la microbiota, son miles de especies que nos habitan por dentro y por fuera y son parte fundamental de quiénes somos porque son historias evolutivas muy largas.
¿Nuestro cuerpo su hogar?
Va a haber unos parásitos nefastos, casi terroríficos, pero tampoco creo que se trate nada más de quedarse ahí, porque creo que hay que complejizar. A mí lo que me dio coexistir con una abuela esquizofrénica fue crecer con una clara sensación de que casi todos son claroscuros. Las cuestiones no son dicotómicas; incluso dentro de la patología mental, hay momentos de dicha, sinuosos, y hay otros momentos francamente violentos, y eso pasa también con los parásitos y los seres que nos habitan.
¿Por qué hay humor?
Cuando hay un parásito dentro, humor es lo último que se te ocurriría. Cuando supe que tenía un gusano recorriendo mi pared corporal, no fue agradable (risas) porque no sabes qué va a pasar, pero el humor para mí es fundamental, una manera de acceso al mundo.