Viajar a Chiapas es sumergirse en paisajes que parecen sacados de una película. En esta primera entrega de nuestro recorrido por el estado, te comparto tres paradas imperdibles que nos hicieron entender por qué Chiapas es, como dicen sus habitantes, “extraordinario por naturaleza”.
El Cañón del Sumidero
Nuestra travesía comenzó en el Cañón del Sumidero, uno de los lugares más emblemáticos de México. Navegar por el río Grijalva, flanqueado por paredes de piedra que superan los mil metros de altura, es una experiencia que no se olvida fácilmente.
A bordo de una lancha y con la voz de Francisco, uno de los lancheros de Turística del Grijalva, el paisaje comenzó a contarnos su propia historia. Él conoce estas aguas como la palma de su mano y mientras avanzamos, entre formaciones rocosas y caídas de agua, nos compartió con orgullo los secretos geológicos y ecológicos de este cañón milenario:
“Este cañón es una falla geológica que se formó hace unos 36 millones de años; desde 1980 es parque nacional. Aquí hay una diversidad de ecosistemas que todavía nos sorprenden, podemos encontrar venados cola blanca, coatíes, tejones, mapaches, cotorros, hocofaisanes, garzas y cocodrilos, entre otros”.
A lo largo del trayecto, fuimos descubriendo formaciones naturales como el Caballito de Mar, una estalactita suspendida sobre una cueva; la cascada del Árbol de Navidad, que brota entre las paredes rocosas como un regalo escondido, y la Cueva de los Colores, donde una imagen de la Virgen de Guadalupe nos recuerda que la espiritualidad también habita en la naturaleza.
El historiador Edgar Díaz contó para MILENIO que aún hay secretos por descubrir en esta zona:
“Para los pueblos indígenas, el Cañón es un lugar sagrado con leyendas y tradiciones transmitidas de generación en generación. Una de las leyendas que existe es sobre la valentía de los habitantes de Chiapas, quienes prefirieron lanzarse al Cañón antes que ser sometidos por los españoles”.
Chiapas parece tener capas y capas de historia esperando ser contadas.
Cascadas El Chiflón
Después, nos dirigimos hacia el sur, al municipio de Tzimol, donde nos encontramos con El Chiflón, una serie de cascadas que se abren paso entre montañas y vegetación llamado Velo de Novia con su caída de más de 120 metros, nos dejó sin palabras.
El bullicio del agua y la brisa en el aire se conjugaban en una postal. Pero este lugar no solo es para admirar: puedes lanzarte por una tirolesa de 400 metros de recorrido entre los árboles sobre las cascadas o subir por los senderos hasta los miradores, y aunque el ascenso es retador, la vista lo vale.
Puerto Arista y Chocohuital
Nuestra última parada nos llevó a la costa del Pacífico, donde el mar nos dio la bienvenida. En Puerto Arista, encontramos una playa amplia de arena dorada, un ambiente tranquilo y familiar, y una gastronomía basada en mariscos frescos que nos permitió disfrutar de los sabores del mar en su máxima expresión.
"Puerto Arista es uno de los principales puertos de Chiapas en la región Istmo-Costa, y su verdadera esencia radica en la calidez de su gente", comentó Koko De los Santos, delegado de turismo de la región Istmo Costa.
En Chocohuital, un santuario ecoturístico del municipio de Pijijiapan, emprendimos un recorrido en lancha con David, un lanchero local cuyo conocimiento de los manglares es tan profundo como las aguas que los rodean. Mientras avanzábamos, David nos compartió historias sobre el lugar:
"El nombre Chocohuital proviene del árbol de chocohuite, también conocido como “palo mulato”. Aquí, la gente lo usa para curar enfermedades como el sarampión y la viruela. Algunos lo beben, otros prefieren bañarse con el agua", explicó para MILENIO.
En cada paso, en cada charla, en cada paisaje, esta ruta entre cañones, cascadas, playas y manglares nos hizo sentir algo que pocas veces se logra en un viaje: una conexión profunda con la tierra, con la historia y con uno mismo.
En la siguiente entrega de esta serie, te contaré sobre la riqueza gastronómica y cultural que acompaña a estos paisajes. Pero por ahora, si estás pensando en tu próxima escapada, ya sabes que Chiapas es el lugar ideal para reconectar con la naturaleza.
RRR
