El asesinato de Jesús Chávez, alumno del Colegio de Ciencias y Humanidades Sur de la UNAM, a manos de Lex Ashton, un joven que presuntamente pertenecía a grupos de incels, puso en evidencia la forma en que los discursos misóginos y de odio hacia las mujeres —que de acuerdo con especialistas se gestaron en los Estados Unidos—, ahora también están llegando a México.
En entrevista para MILENIO, Marilú Rasso, directora Ejecutiva de Espacio mujeres para una vida digna libre de violencia señaló que, si bien la cultura incel se da más en conversaciones en redes sociales, ésta puede representar un riesgo real, ya que coloca a las mujeres como enemigos, deshumanizándolas y ataca a aquellos hombres que no cumplen con ciertos estereotipos de masculinidad.

“No se trata solamente de un grupo de jóvenes frustrados, sino de una especie de subcultura que normaliza la misoginia y la violencia como formas de explicar el malestar personal. Han convertido esta frustración de no lograr lo que quieren y de no lograr establecer relaciones sexuales y afectivas con mujeres en un discurso de odio hacia las mujeres”, explicó.
Al respecto, señaló que los jóvenes y adolescentes son más propensos a caer en estas ideologías, puesto que durante esta etapa atraviesan muchas preguntas, descubren su identidad y tienen muchas inseguridades, por lo cual el sentir que no encajan puede aislarlos usando únicamente las plataformas digitales, donde se mueven estos grupos.
En este sentido, enfatizó que el aumento de estos grupos está relacionado con el avance del feminismo y de los derechos de las mujeres, ya que cuestiona los privilegios que anteriormente eran naturales para los hombres y que desde la manósfera se pueden percibir como una pérdida, la cual buscan contrarrestar con nuevos conservadurismos.
“Tenemos el cruce con esta cultura neoliberal capitalista y la cultura de consumo que va a promover, entre otras cosas, la idea de que todo, incluso las relaciones y los cuerpos, se pueden adquirir o se pueden tomar y que eso es signo de éxito y de éxito que refuerza cierto estereotipo de masculinidad”, detalló.
Asimismo, remarcó que si bien este caso no necesariamente significa que podría haber una ola de ataques por parte de los incels, que han comenzado a nombrar a Lex como su héroe, es necesario que los padres de familia, así como los jóvenes, sean conscientes sobre los efectos negativos que puede tener el aislamiento digital.
“No hay que tomar a la ligera ese tipo de discursos y tampoco hay que tomar a la ligera el impacto que las redes sociales están teniendo en las infancias y en las juventudes en términos de salud mental, y de la capacidad para vincularnos entre las personas. Eso, por supuesto, va a tener impacto en la vida diaria”, precisó.
LP