Eduviges estaba tomando esteroides sin saberlo. Padecía de dolor en las articulaciones desde hace algunos años, no obstante en las últimas semanas había notado su cuerpo diferente: el cansancio era asolador, zonas de su piel se habían oscurecido, tenía náuseas y vómito.
Al ya difícil cuadro de dolencias se sumó la depresión, un temperamento irritable y pérdida del apetito. Además, la pequeña joroba en su espalda comenzaba a hacerse más notoria, sus estrías habían adquirido tonos púrpuras y rosas y su cara recordaba a un cuadro de Botero.
La gota que derramó el vaso fueron los signos anormales en su sangre, mismos que derivaron en su hospitalización. Los médicos requirieron solo unas cuantas pruebas para comprobar que tenía insuficiencia suprarrenal, un trastorno provocado por alteraciones en la producción de hormonas.
La mujer de 58 años de edad inició el tratamiento para regular el desbalance y al poco tiempo fue dada alta, no imaginó que tendría que regresar solo tres meses después ante la persistencia de sus síntomas. Fue entonces que le diagnosticaron una rara enfermedad provocada por altos niveles de cortisona: síndrome de Cushing.
Siguiendo las pistas, los médicos analizaron el historial de su paciente hasta dar con el culpable. La respuesta estaba en un frasco en el que se podía leer “Artri King”, un suplemento ‘naturista’ en forma de tabletas que la mujer tomaba religiosamente para calmar su dolor de artritis.

Aunque el nombre de la mujer en esta historia es ficticio, el caso no. Está asentado junto con el de otros dos pacientes en un reporte publicado en la revista JCEM Case Reports en enero del año pasado. Las historias de los tres coinciden en diversos puntos y dan cuenta del riesgo que conlleva el consumo de productos supuestamente naturistas.
¿Qué provocan los suplementos contra el dolor?
El Dr. Luis del Carpio tiene experiencia en el tema. Trabaja como especialista en medicina interna en Veracruz y desde hace algunos años comenzó a seguirle la pista a la ruta irregular de este tipo de productos que prometen aliviar, casi de manera milagrosa, cualquier tipo de dolencia.
El año pasado, junto con sus colegas, reportó más ocho casos de Síndrome de Cushing solo en Veracruz. Además, con recursos propios hizo pruebas a 19 productos para averiguar cuáles contenían esteroides. Más de la mitad dio positivo.
“Siempre nos llegan pacientes con Síndrome de Cushing, diabetes descontrolada, hipertensión, problemas de insuficiencia renal y cuando indagamos qué está pasando, casi siempre resulta que están consumiendo este tipo de suplementos supuestamente herbolarios”, comparte en una entrevista con MILENIO.
En sus investigaciones resalta el Arti King, pero existe muchos otros: Artri Ajo King, Ortiga Ajo Rey, Osteo Sin Max, Reumofan Plus, Reuma King, todos, productos coloridos que presumen de propiedades que carecen, entre ellas, la de aliviar afecciones con el poder de las plantas.
Los suplementos en forma de comprimidos no solo se aprovechan de la milenaria tradición herbolaria que ha sobrevivido en México, sino también del dolor de las personas, quienes muchas veces recurren a este tipo de suplementos para atender malestares articulares creyendo que las opciones son ‘menos dañinas’ que otro tipo de fármacos. Sin embargo, su contenido es engañoso.
La Cofepris en México y la FDA en Estados Unidos han emitido alertas de seguridad por este motivo. En sus comunicados reportan el uso de sustancias ocultas como dexametasona, un corticosteroide utilizado en la industria farmacéutica.
Emplearlo bajo control puede ser positivo ya que este tipo de sustancias ayudan a atender enfermedades inflamatorias, artritis reumatoide, asma, entre otras afecciones. Sin embargo, los suplementos naturistas ni siquiera avisan en sus etiquetas que lo contienen, por lo que las personas que lo utilizan, lo hacen de manera irregular: como fue el caso de la mujer de 58 años, quien presentó niveles muy altos de cortisona debido a que tomaba hasta tres pastillas diarias.
“Normalmente el cuerpo produce cortisona y algunos derivados de la misma. Cuando consumimos cortisona de fuera comienza a haber una ‘sobredosis’ y el paciente puede comenzar a presentar aumento de peso, hinchazón generalizada, tener problemas de la piel, moretones. Comienzan a formarse estrías, problemas con el cabello, comenzar a tener alteraciones a nivel de la glucosa, la presión arterial, de la función del riñón, del hígado, incluso a nivel cerebral hay datos de psicosis, esquizofrenia, entre otras alteraciones”, comenta el doctor.
Por ahora se requieren más investigaciones para analizar a detalle el contenido de los comprimidos y así detectar no solo que otras sustancias poseen, sino también la concentración. “Todavía no sabemos qué dosis se están tomando”, agrega el médico.

¿En qué momento se comienzan a notar los efectos?
Podría pensarse que los productos como Artri king producen cambios lentos y sigilosos, pero no, entre la primera y segunda semana de su uso continúo ya se pueden detectar alteraciones en el paciente.
No solo conlleva la retención de líquidos, quienes padecen enfermedades preexistentes, como diabetes o hipertensión, presentan descompensaciones pese a estar bajo tratamiento ya que la glucosa y la presión arterial tienden a alterarse.
El síndrome de Cushing se da alrededor de las tres o cuatro semanas desde que inicia el uso de corticoides. Aunque las personas pueden notar estos cambios, prolongan su consumo porque les quita el dolor.
“Muchos pacientes que padecen dolor crónico me dicen ‘pues yo me lo tomó porque me aliviaba y ni el diclofenaco me lo quitaba, entonces vino un familiar, me indicó el complemento y yo la verdad no quiero seguir padeciendo de dolor”, relata.
A lo largo del tiempo se van sumando más alteraciones, lo que puede llevar a peligrosos extremos, como fallas en la función de las glándulas suprarrenales — lo que se comienza a ver reflejado a las tres o cuatro semanas de consumir el suplemento—.

“Si no se detecta puede ser mortal ya que todo se desregula. El paciente puede presentar alteraciones en las sales minerales, problemas de sodio, potasio, magnesio. Y eso puede ser peligroso porque puede generar una arritmia cardíaca letal y podemos tener una muerte súbita. También la insuficiencia suprarrenal causa trastornos cardiovasculares, principalmente en la presión arterial. El paciente comienza a tener hipertensión hasta caer en un estado de choque”, la serie de efectos se suma a cuentagotas.
En Veracruz ya se registró la muerte de un paciente quien presentaba un cuadro avanzado de síndrome de Cushing, según el estudio publicado el año pasado en la Revista de la Sociedad de Endocrinología.
Empresas ‘mafiosas’
La lista de alertas sanitarias emitidas por Cofepris en contra de suplementos ‘naturistas’ es de más de 30 productos y es casi tan larga como la de las promesas que se leen en sus empaques. No solo entran en el mercado del dolor, también en el de la pérdida de peso y hasta en el de la mejora de habilidades cognitivas, como la memoria.
Sus empaques presumen lograr maravillas con la curcuma, el jengibre, té verde, uña de gato, ajo, anís estrella y demás plantas. No obstante, no hay evidencia científica que lo corrobore.
“Obviamente son productos no regulados, no vienen de un laboratorio formal como tal. (...) Todos los productos farmacéuticos o relacionados, tienen que tener un número de lote, un laboratorio establecido, fecha de caducidad y no pueden contener publicidad engañosa”, adelanta el Dr. Luis, quien alerta que los suplementos naturistas suelen carecer de todas estas características.
“Son complementos que se mueven por debajo del agua, es como un mercado negro, por decirlo de algún modo”.
Aleida Ruedas, reportera especializada en temas de salud, llegó a dar cuenta de la irregularidad de su producción: visitó uno de los ‘laboratorios’ marcados en el empaque de uno de los suplementos y resultó ser una casa común.
“Incluso preguntó si ahí vendían los suplementos. Le comentaron que sí lo habían vendido, pero que habían tenido una disputa, porque otras personas estaban vendiendo un producto similar: parece que había un producto pirata del pirata”, ironiza del Carpio, quien colaboró en la investigación de la periodista.

Este es solo un ejemplo de cómo el mercado está lleno de opacidad. No se sabe en dónde se fabrican o manufacturan los suplementos. De ahí que el médico sospeche que su creación involucra redes clandestinas, aunque su hipótesis requiere de más pruebas.
Lo que es seguro es que pese a las alertas, la venta no ha parado. De hecho, se siguen buscando nuevas formas de ser distribuido: Mercadolibre, Etsy y Amazon son ya plataformas en las que se pueden adquirir.
“No es algo que nos enorgullezca pero esto surgió en México, y de aquí se ha intentado diseminar. Primeramente por toda América, después Europa e incluso ha llegado a mercados asiáticos”, comenta el investigador.
El alcance que se ha visto reflejado en las alertas sanitarias que han emitido países como El Salvador, Estados Unidos e Irlanda, por poner algunos ejemplos. Parte de estas medidas han ayudado a frenar su propagación.
En México, aunque el médico ya ha reportado el peligroso consumo de estos productos ante el Cofepris de Veracruz, la respuesta ha sido poco satisfactoria. En tanto, hace apenas una semana una tabla con los logos de la institución comenzó a circular por internet advirtiendo sobre el contenido de esteroides.
Los datos fueron creados por Luis y su equipo, pero se viralizaron bajo el nombre de otro médico y hasta ahora no han sido recirculados por Cofepris en ninguna de sus cuentas oficiales. Más allá de reclamar por su autoría, Luis considera que es un buen punto de partida para la divulgación de este tema, que aún está lejos de resolverse.
Y es que tanto él como su equipo han analizado una decena de productos, pero “si analizamos una tienda herbolaria tienen más de 100 productos, es decir, falta mucho por evidenciar”.

¿Cómo identificar los productos fraudulentos?
El primer punto a cuestionar respecto a los productos supuestamente naturistas es su presentación.
“Desde que un producto está en una cápsula, en una tableta, en un comprimido, en un jarabe, ya no estamos hablando de algo natural, ¿no? Comenzamos con el proceso de manufactura, de ingeniería química”, comenta el especialista.
La segunda es su forma de etiquetado y de embalaje. En las cajitas no se suele encontrar información de un laboratorio formal o establecido, tampoco cuentan con número de lote ni fecha de caducidad.
“Además, a manera de defensa casi siempre ponen “Este producto es un complemento y es un suplemento. El consumo es responsabilidad de quien lo usa”. Eso es algo que yo he visto mucho en este tipo de complementos y la verdad en un producto farmacéutico formal jamás podrían algo como eso”.
El remate final son las promesas que se leen en las cajas, que suelen estar acompañadas de nombres casi irrisorios.
“Hay unos que supuestamente sirven para bajar de peso, pero según algunas alertas están comentando que tienen también drogas, como anfetaminas. Hay uno que se llama ‘Chupanza’, que hasta el mismo nombre dice uno ¿cómo utilizar ese tipo de productos?”
LHM