La gran cantidad de contaminantes en el aire pueden desencadenar alergias y enfermedades incurables en los habitantes de Monterrey, señaló Marco Nuñez, alergólogo.
Si bien hay sectores de la población que consideran que los niveles de contaminación en el área metropolitana afectan únicamente a quienes ya padecen una rinitis o alergia, esto es falso, pues hay síntomas que parecen ser leves para que pueden ser el principio de una enfermedad que acompañará al paciente el resto de su vida.

Algunos de estos síntomas pueden ser ojos llorosos, comezón en la nariz, tos ligera e incluso dolor de cabeza.
Sin embargo, los síntomas son mucho peores para quienes ya han sido diagnosticados con rinitis o alergia, pues requieren mayores dosis de medicamentos o la duración de sus crisis se prolonga.
En el peor de los casos el paciente, durante una crisis ambiental, puede llegar a la sala de urgencias de un hospital.
Desgraciadamente una vez que el paciente es diagnosticado con cualquiera de estos males no hay marcha atrás y requerirá tratamiento de por vida.
Si bien la mayor responsabilidad para evitar estas enfermedades no recae en el ciudadano, hay algunas medidas que se pueden adoptar, como son el hábito de revisar la calidad del aire, evitar en la medida de lo posible los sitios de alta concentración de automóviles o fábricas, utilizar el cubrebocas y mantener completos los esquemas de vacunación.