María Isabel Gandarilla Gaviño (México, 1994), conocida en el mundo del softbol como Bel, asegura que heredó el talento de su mamá, María Isabel Gaviño, quien fue su inspiración para empezar a practicar el rey de los deportes. "Espero algún día poder jugar como ella". Y por si eso no fuera suficiente, ambas se desempeñan en las paradas cortas, cada una en su categoría.
Gandarilla Gaviño fue llamada nuevamente por la directiva del equipo de Sultanes Femenil para sumarse a la novena, que en esta segunda temporada se ha propuesto pelear por el campeonato de la Serie de la Reina, ya que en 2024 se quedó a un paso de obtener la victoria frente a Charros de Jalisco.
Por sus habilidades, la capitalina juega diferentes posiciones en el cuadro, en esta ocasión ha sido alineada como primera base: "Estoy feliz de jugar con Sultanes, la verdad es que jugaría con pasión cualquier posición, si me mandaran nuevamente como outfielder, me desempeñaría con el mismo entusiasmo".

En entrevista con MILENIO-La Afición, platica que empezó a jugar beisbol desde muy chiquita, a los cinco años, en la Liga de Beisbol Alianza de Tranviarios de México, ya que toda su familia materna es beisbolera. Fue alrededor de los 11 años que migró de lleno al softbol en la Liga Olmeca, y desde entonces es parte de esa gran familia, logrando representarla a nivel nacional e internacional.
Contenta de regresar a Sultanes
Al cuestionarla sobre su sentir de regresar esta temporada con Sultanes, mencionó:
“Agradezco el haber sido convocada nuevamente por Sultanes Femenil porque es una experiencia increíble, ya que el club nos da un trato excelente.
“En comparación con el año pasado, ya sabía a lo que venía, que debía cumplir con las exigencias física y mentalmente requeridas para alcanzar el éxito, en un momento en que la LMS estaría más fuerte debido a que todos los equipos se reforzaron, pero estamos conscientes de esta exigencia y vamos a dar lo mejor.
“El ambiente con Sultanes me agrada, traen muy buena vibra, y la actitud va más allá de lo individual, me encanta ver cómo se está desenvolviendo la energía como equipo y nuestro propósito es llegar y ganar. Quitarnos esa espinita porque nos quedamos cerca, hay que ir por pasos, primero tenemos que volver a calificar, pero definitivamente el objetivo en mi mente y como parte de este gran equipo es ganar.

“Con todos los refuerzos de jugadoras extranjeras que adquirieron todos los equipos, estoy muy emocionada de que el nivel esté subiendo y la LMS siga creciendo. Hemos estado trabajando con un entrenador al nivel de la Liga que nos ayuda muchísimo para poder entrenar la vista y hacer un buen swing a cualquier pitcheada.
¿De qué manera mantener tu nivel, si solo hay una temporada de LMS de unos cuantos meses?
“Al finalizar la LMS fue difícil mantener el nivel de juego, porque no existe otra Liga profesional en México, aunque en algunas Ligas de la Ciudad participan otras jugadoras profesionales y en ocasiones nos enfrentamos.
“Es complicado, por esa razón hay que entrenar por nuestra parte, sobre todo, porque el pitcheo de la LMS es muy fuerte, y en la capital del país no puedes enfrentarlo tan seguido, a pesar de que hay peloteras que igual participan en equipos profesionales.
“Considero que, a pesar de que enfrenté un gran reto, fue relativamente fácil para mí convertirme en una jugadora profesional, por supuesto, con disciplina y un gran esfuerzo. El softbol forma parte de mi vida, incluso en los años de pandemia seguí entrenando, no he considerado nunca dejar el deporte, como todo, siempre hay un juego malo, pero jamás sería motivo para dejarlo.
“Me encantaría que la gente siga apoyando a este deporte, que asista a los estadios, no solo al de Sultanes, sino a todos los que cuentan con un equipo femenil, para que el softbol en México siga creciendo en nuestro país”, culminó.
RGS