Daisy Byles, de Lowestoft en Suffolk,fue diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda en junio de 2019, a la edad de dos años, después de que los médicos pensaran erróneamente que tenía un resfriado.
Daisy entró en urgencias del hospital después de que su madre, Shari Mckay, la encontrara inconsciente por la mañana. Un par de horas después recibió el devastador diagnóstico.
Desde entonces, Daisy ha pasado la mayor parte de su tiempo en el Hospital de la Universidad de Norwich. Durante este tiempo, ha perdido el cabello y desarrollado 16 infecciones en respuesta al tratamiento con quimioterapia y las transfusiones de sangre.
La pequeña, que ahora tiene cuatro años, recibió el visto bueno a principios de este mes y pudo, por fin, tocar la campana que indica el fin de su tratamiento en el Hospital Universitario de Norfolk y Norwich el pasado 14 de septiembre
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