Hemos visto que casi cualquier cosa puede ser construida con LEGO, desde una réplica tamaño real de un Bugatti hasta una versión a escala de Hogwarts.
Sin embargo, un veterinario del zoológico de Maryland junto con una amiga, lograron diseñar una pequeña silla de ruedas para una tortuga que fue operada luego de encontrarla con la parte ventral de su caparazón roto.
Tras unir nuevamente los pedazos del caparazón con placas de metal, ganchos de costura y alambre quirúrgico, los veterinarios se enfrentaron a un nuevo problema: proteger la parte afectada.
Los veterinarios temían que la herida no pudiera sanar de la manera adecuada, ya que al estar en la parte inferior estaría rozando todo el tiempo con el suelo.
Es por eso que a Garrett Fraess, uno de los médicos del zoológico, se le ocurrió la idea de diseñar una silla de ruedas que mantuviera elevada a la tortuga.
Luego de trabajar en los diseños, Fraess se los envió a una amiga entusiasta de LEGO que vive en Dinamarca para que convirtiera la silla de ruedas en una realidad y después la enviara a Maryland.
La pequeña silla de ruedas —que en realidad parece más como un tipo de arnés— se compone de un marco con cuatro ruedas que rodea el caparazón y que eleva lo suficiente a la tortuga para que no tope con el piso al moverse.
Se espera que la recuperación sea lenta, pero una vez que el caparazón sane los veterinarios planean dejar en libertad a la tortuga.
RL
