Luego de que en los años 70 comenzaran a reforzarse los controles en la operación de las empresas, estiman que en México la figura del compliance officer aún es desconocida, pero tiene una gran oportunidad de agregar valor a los negocios.
De acuerdo con Efraín Rivera, director de Compliance para Braskem Idesa, no todas las empresas tienen este departamento ya que no se le ha dado el valor de ser ético. “El hecho de tener estas políticas anticorrupción en la empresa: código de conducta, o algún sello de integridad te da un valor también en el mercado”, indicó.
Asegura que el compliance officer debe estar integrado al negocio y entenderlo para poder minimizar los riesgos a los que se enfrenta cada compañía, de acuerdo a la industria a la que pertenece.