Jonathan y Melanie son dos de los 150 niños, niñas y adolescentes que reciben apoyo y atención integral en la Casa Hogar Padre Severiano Martínez, la cual el 7 de marzo cumplió 75 años de brindar servicio a la comunidad.
En ambos casos, los dos pequeños están convencidos que su paso por esta Casa les servirá para convertirse en adultos bien formados, con valores y preparados para salir adelante.
En esta Casa, dijeron, nunca se aburren y pueden disfrutar de diversas actividades, tanto al interior como al exterior de la misma, gracias a todos los lugares que los llevan de visita.
“Yo llevo aquí ocho años, entré desde primero de primaria en 2015 y está muy bien aquí en la Casa Hogar.
“Estos ocho años han sido muy buenos, nunca nos aburrimos aquí, es una muy buena escuela, hay futbol, taekwondo, danza, guitarra, violín, arte y canto”, dijo Jonathan.
Para el cual su mayor gusto es el futbol soccer y su mayor orgullo ser el portero de la selección de la Casa Hogar.
En general, recalcó, está feliz por estos ocho años y todo lo que ha recibido por parte de los maestros, talleristas y personal en general.
“Hay dos opciones aquí, externa e interna, yo estoy en externa y sí me cambió la vida estar aquí.
“La verdad yo sí creo que voy a ser un mejor adulto por haber estado aquí, gracias al estudio y la carrera deportiva que llevo aquí en la selección de la Casa Hogar, soy portero”, enfatizó.
Por su parte Melanie está en la modalidad de interna, y para ella el voli y el canto es lo que más le agrada de las actividades extracurriculares.
“Yo estoy en interna, de las que se quedan a dormir aquí de domingo a viernes, y la verdad muy bonito, porque he tenido muchas experiencias aquí de todo lo que nos han enseñado aquí.
“Estoy en segundo de secundaria, feliz porque las experiencias son muy bonitas, nos han invitado a muchos lados y nos han dado muchas oportunidades de ir a lugares”, compartió.
Para su familia, añadió, esta Casa Hogar es la mejor opción que hay para su educación.
“Nos tratan muy bien, no he estado en otra escuela, pero la verdad que mi mamá no me quiere sacar de aquí porque dice que es la mejor escuela para mí.
Yo juego voli y estoy en canto y entré desde primero de primaria”, mencionó.
Para el padre José Guadalupe Rayas, director general de la Casa Hogar Padre Severiano Martínez, estar al frente de la misma es una vocación y algo que hace de corazón y con mucho gusto.
Consideró que en estos 15 años al frente de la Casa, su misión es ofrecer las mejores condiciones para el desarrollo y para potenciar todos los aspectos como seres humanos.
“Mi tarea es tratar de colocarlos en las condiciones adecuadas, en las cuales ellos puedan desarrollarse como personas y seres espirituales y que todo su potencial lo puedan detonar.
“Estamos transformando vidas porque les ponemos todos los elementos para su desarrollo”, indicó.
La buena educación, reconoció, cuesta y mucho, por lo cual el padre aprovechó para pedir el apoyo de la comunidad a través de sus donativos.
Por su parte Iván Mora, coordinador de formación integral, indicó que cuentan con un modelo de atención integral con el que ayudan a que las familias puedan tener una red de apoyo para su estructura familiar.
Dijo que se les proporciona atención psicológica, tanto a los alumnos como a sus padres.
De igual forma, añadió, prestan una atención de calidad en el área formativa, así como en la cultural y deportiva, y en la relacionada con derechos humanos.
Ahí, reiteró, aprenden valores, y aprenden a convivir y a llevarse entre semejantes, con la finalidad de que en un futuro sean adultos felices y buenos ciudadanos.
