Los familiares de una joven madre que falleció luego de operarse para no tener más hijos, denunciaron una posible negligencia y a su vez exigen justicia a las autoridades para que se esclarezca su muerte.
Ericka Zamora dejó a cuatro pequeños, dos de ellos con autismo y una bebé de apenas un mes de nacida.
El pasado 7 de septiembre la joven dio a luz a su cuarta hija en el Hospital Universitario, de Monterrey, en donde le realizaron la salpingoclasia.
“Murió a causa de que le hicieron una operación para ya no tener más hijos en su parto y le perforaron el intestino grueso. A los dos, tres días se empezó a sentir mal ya no quiso comer, todo vomitaba, se hacía del baño en la cama.
“Se fue a consultar otra vez al Hospital Universitario cuando el doctor le dijo que ya no tenía nada”, relató Devany Garay Jiménez, prima de Ericka.
Tiempo después comenzó a enfermar y fue a consultar a la Clínica 17 en donde murió este sábado.
“Cuando a ella le detectaron que el intestino grueso se lo habían perforado en la operación, le dañó parte de su riñón, de su pulmón, se le corrió hasta la cabeza y lamentablemente falleció”, señalan.
Ahora Erick de 8 y Saori de 7 años, quienes tienen autismo, Sofía de 6 y Erika de un mes, han quedado desamparados y su familia con muchos gastos tras la muerte de su madre, quien tenía tan solo 28 años.
Ante dicho escenario el esposo de Ericka interpuso una denuncia.
“Lo que queremos es que se hagan responsables, porque dejó 4 niños que mantener, ahorita ya no va a haber quien los cuide, su papá tiene que cuidar a los 4, darles estudio”.
Ahora esperan que las autoridades puedan escucharlos.