Elizabeth Serrano Luna viene desde Tepoztlán, Morelos, en respuesta a una invitación que le hicieron para asistir a una feria de economías solidarias que recientemente se llevó a cabo en la explanada del Reloj Monumental acá, en la capital del estado.
Al ser la temática artesanal, ella trajo consigo la magia de los duendes, figuras de seres elementales que están vinculados estrechamente con la naturaleza, “son guardianes de los elementos y poseen dones; como trabajo artístico, lo que nosotros hacemos es darles un cuerpo a través del arte, los creamos e intencionamos bonito para las personas”.
Para Elizabeth, estas figuras son más que simples artesanías: “tienen un aspecto mágico en el que nosotros reconocemos que no únicamente son un objeto, sino que hay una energía elemental detrás de ellos, por eso recomendamos a las personas darles una bienvenida, darles una intención, detallar por qué lo quieres en tu vida y entender que no se trata de un simple objeto decorativo, sino que tiene un aspecto muy profundo de magia que sabiéndolo canalizar pueden ser excelentes aliados para nosotros”.
Intenciones de la magia
Cuenta que las imágenes más solicitadas por su clientela son las relacionadas con la suerte, el dinero y el trabajo, como los Leprechauns (un tipo de duende de naturaleza material y espiritual originario de Irlanda), figura que, por supuesto, tiene su típico sombrero de galera, su color verde y zapatotes, a quien se le asocia en varias tradiciones, historias y mitología con el dinero, como guardianes de ollas de oro, ellos lo custodian; además les colocan objetos similares a monedas y tréboles de la suerte que ayudan a atraer la abundancia.
Y no se trata de comprar por comprar. Ella dice que es necesaria una conexión entre el cliente y la figura a adquirir, un vínculo, “le puedes dar un nombre incluso y tener un contacto de amistad con tu duende, que esta figura se comience cargar de energía porque ellos por sí solos no tienen una energía, nosotros se la aportamos al tener un deseo y una intención de que nos den su benevolencia, por ejemplo para encontrar un trabajo y a cambio les dejamos algunas ofrendas que pueden ser por ejemplo semillas, que son el contacto con la naturaleza y justamente nos ayudan a enraizar estos temas de proyectos, ese sería el elemento tierra, lo que tiene que ver con la materia, con el cuerpo físico, la buena salud y la buena economía”.
Así es, cada figura tiene su particularidad y diferentes intenciones.
En este negocio también están Adriana Gárate y Ramiro Fiumara, quienes se dedican a elaborar esas mágicas figuras a partir de porcelana fría que seca al aire. En promedio destinan cinco días a la elaboración de cada una y trabajan al menos tres piezas al mismo tiempo, incluso confeccionan la pequeña vestimenta a mano.
Simbolismos
También hacen figuras de mandrágoras, muy famosas gracias a películas como Harry Potter o El Laberinto del Fauno, a la que les dan también un simbolismo particular, en especial relacionado con la magia, porque son raíces curativas que tienen propiedades medicinales y mágicas, incluso las mujeres tradicionalmente conocidas como brujas los usan como amuletos de protección: “las creamos con ese doble significado es como tener un elemento en tu entorno que ayude a generar ese ambiente de sanación y magia”.
Sí, también hay figuras de brujas entre sus productos y son un caso especial porque para “intencionarlas” recomienda hacerlo en ciclos lunares porque representan energía femenina y están íntimamente relacionados ambos aspectos y “pueden ser intenciones de sanación, de protección o de un favor en específico y ellas pueden ayudar si conectamos en la etapa que favorezca más tu pedido; por ejemplo, en la luna llena aquello que nosotros deseamos que se expanda que se fortalezca, hablando del ámbito de tu vida que lo requiera; la energía de la luna nueva es para intencionar una semilla que florezca, como la salud o el autoconocimiento, porque lo que queremos es que las personas empiecen a reconocerse a sí mismas, la observación personal, y la energía de la luna nueva ayuda mucho en el contacto con el misterio, el conocimiento y la sabiduría, con lo que uno desea conocer”.
¿Pero si alguien desea que le caiga dinerito y más trabajo? Ah, pues Liz dice que en ese caso se debe hacer un círculo elemental, que se compone de los cuatro elementos: en un altar wicca (una religión pagana basada en la idea de que el ser humano debe reconectarse con la naturaleza y la espiritualidad).
“Se coloca el elemento tierra hacia el norte, semillas cuarzos, plantas o cualquier elemento que tenga una conexión directamente con la tierra; al sur se coloca el fuego, una vela o veladora, por ejemplo; al este se coloca el viento, que puede ser representado con inciensos, plumas o mensajes, y al oeste se coloca el agua, que es energía femenina de sanación que ayuda a conectar con la intuición. Una vez preparados estos elementos puedes colocar a tu duende en el centro para que reciba la activación y energía de los cuatro elementos. Le haces saber tu intención de forma escrita y recordar siempre que una vez que la petición se haya cumplido es importante dejar algo de vuelta, retribuir, agradecer, que es un aspecto importante de la magia”.
Pero lo importante, además de la intención, es recordar que estas figuras, este tipo de artesanías, solo son una forma para canalizar lo que nosotros ya tenemos dentro, la canalización de tu propia energía e intención. Nosotros estamos conectados con los cuatro elementos porque es esa la forma en que la vida misma se está creando, por eso les invitamos a conectarse consigo mismos y con la madre tierra.
Acuden a ferias artesanales y tienen un taller en Tepoztlán, además de instagram y Facebook donde les pueden encontrar como Corazón elemental o al número 7352753157 y 7771913481
