El coordinador del PRI en el Congreso local, Heriberto Treviño, informó que presentará una iniciativa de reforma a la Ley de Salud Mental para que la Secretaría de Salud firme convenios con organismos públicos y privados para prevenir los suicidios, principalmente en jóvenes.
En un comunicado, Treviño Cantú dijo que, de acuerdo con reportes periodísticos de MILENIO, el covid-19 detonó el nivel de los trastornos mentales como tristeza, depresión, falta de motivación, cambios en el peso corporal, sufrimiento emocional, entre otros, que requieren atención psicológica, principalmente entre los jóvenes.
“Con esta iniciativa estoy proponiendo que la Secretaría de Salud tenga todas las facultades para generar los convenios necesarios con las instituciones que puedan contribuir a la lucha, combate y prevención de las enfermedades mentales y, sobre todo, prevenir cualquier intento de autodestrucción”, apuntó.
Con la reforma, expuso el priísta, se podrían concretar convenios de colaboración con las instituciones públicas, iniciativa privada, centros de socorro, asociaciones religiosas, asociaciones de padres de familia, sociedad civil, organizaciones no gubernamentales, instituciones deportivas, bibliotecas públicas, escuelas de actividades artísticas, centros de orientación, ligas deportivas profesionales y no profesionales, así como centros laborales.
De acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) fechado en septiembre de 2021, en Nuevo León la tasa de suicidios es de 5.3 por ciento, por cada 100 mil habitantes, y aunque es menor a la media nacional que es de 6.2 por ciento, el tema no deja de ser delicado y debe abordarse de forma integral.
“Estas pérdidas pueden prevenirse si se interviene de manera oportuna, por lo que es urgente que se implementen programas integrales que creen estrategias adecuadas de intervención, ayuda y orientación a quien los necesite”, enfatizó Treviño.
El coordinador priísta manifestó que la causa principal de los suicidios es la depresión, enfermedad que consiste en un desorden del estado de ánimo donde predominan sentimientos de tristeza y pérdida de interés que causan un gran sufrimiento en quien la padece.
“Las secuelas negativas de la pandemia han contribuido a generar una ansiedad que debe ser atendida desde diferentes frentes y con la participación de especialistas que detecten a tiempo los riesgos para desactivar a tiempo el peligro, y para ello es necesario el trabajo coordinado entre autoridades y sociedad civil”, concluyó.