Los problemas de salud mental son más frecuentes a partir de los 60 años, pero pocas veces son detectados, porque no se presentan como trastornos en el comportamiento, sino como depresión, ansiedad e incluso insomnio.
Sin embargo, puede ser los primeros síntomas de una tendencia suicida, de Alzheimer o algún tipo de demencia que tarde o temprano se manifestará, explicó el doctor Rodrigo Moreno Higareda, gerente médico de la Unidad de Neurociencias de Asofarma México.
Los problemas de salud mental son la principal causa de discapacidad en el mundo, indicó, pues de acuerdo con estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 20 por ciento de las personas mayores de 60 años sufre algún trastorno mental o neural, pero en esa misma proporción afecta en los días habituales al resto de la población.
Lamentablemente solo 10% de las personas afectadas recibe atención o tratamiento para estas complicaciones, según datos de la Organización Panamericana de la Salud.
“Los signos y síntomas pueden variar según el trastorno, las circunstancias y otros factores relacionados. Éstos pueden afectar las emociones, los pensamientos y la conducta”, explicó por su parte el doctor Óscar Alejandro Calleros Zubiate, psiquiatra y director médico de la Clínica Especializada Neurocom.
Ambos médicos explicaron en conferencia virtual que los trastornos más frecuentes en los adultos mayores son las demencias, depresión, ansiedad, delirios y Alzheimer, entre otros.
Pero incluso los jóvenes deben tener cuidado, pues una complicación registrada en el paciente con demencia es el trastorno del sueño, que se manifiesta con insomnio, además de sufrir alucinaciones e irritabilidad, entre otros cambios de comportamiento.
El estrés provoca insomnio en muchas personas, que si no se atiende a tiempo puede repercutir en trastornos mentales.
Calleros Zubiate refirió que generalmente los problemas de salud mental de las personas mayores no son atendidos oportunamente por sus familiares, lo cual se ha visto acrecentado por el confinamiento domiciliario, debido a la pandemia de covid-19.
“Desafortunadamente, estos padecimientos cerebrales llegan a condicionar seriamente la autonomía de las personas mayores, tanto en lo físico como en lo mental. El grado de dependencia es tal que, incluso, se llega a desgastar la funcionalidad de su cuidador (familiar) quien, a largo plazo, puede presentar algún daño o perturbación mental”, señaló.