El gobierno de México expresó en una declaración su "profunda preocupación" por la situación que atraviesa Venezuela en cuanto a la democracia y los derechos humanos, pero aclaró que las suspensión de un país miembro de la OEA debe ser "el último recurso".
La declaración, emitida junto con otros países de América Latina, también tiene por objetivo presionar al gobierno de Venezuela, encabezado por Nicolás Maduro, para que restablezca el diálogo y la plena democracia.
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"Hemos construido una postura común con un grupo importante de países miembros de la OEA (...) en el ánimo de coadyuvar, de una manera constructiva y respetuosa de la soberanía del Gobierno y del pueblo de Venezuela, a una solución y al restablecimiento del diálogo y de la democracia plena en esa nación", dijo el canciller Luis Videgaray.
En el mismo sentido, la Secretaría de Relaciones Exteriores confirmó que evaluará con detenimiento el informe del secretario general de la OEA sobre ese país, pero indicó que antes deben agotarse los esfuerzos diplomáticos "en un plazo razonable".
Por ello, México hizo un llamado para que se garanticen la "efectiva separación de poderes, el Estado de Derecho y las instituciones democráticas" de Venezuela.
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La SRE insistió en la "urgente y prioritaria" liberación de presos políticos, en el reconocimiento de la validez de las decisiones del Poder Legislativo de aquel país y en la necesidad de establecer un calendario electoral
La declaración también fue emitida por los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos de América, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, quienes refrendaron su voluntad de cooperación con el gobierno de Venezuela "en todo aquello que pueda contribuir a una solución de sus desafíos políticos, económicos y sociales".
SBG