El presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, Alfonso Ramírez Cuéllar, reprobó la negativa de los congresos locales a reducir sus gastos y asumir un compromiso con la austeridad.
Cuestionó a las legislaturas que, lejos de recortar su presupuesto, lo aumentaron para este año.
“Resulta incomprensible que los representantes de los congresos de Baja California, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Nayarit, Puebla, Tlaxcala y Yucatán se permitieran estos excesos, con lo cual solo puede entenderse que están obteniendo mayores beneficios por legislador, creando estructuras administrativas sin funciones sustantivas, o adjudicándose tareas ajenas a las facultades del Poder Legislativo”, señaló.
El legislador de Morena calificó el incremento presupuestal como "doblemente ofensivo" cuando en la mayoría de esas entidades los niveles de pobreza son muy altos y mantener privilegios resulta incomprensible, insensible y grotesco.
Detalló que el costo total de las legislaturas locales más el Congreso de la Unión alcanza los 25 mil 635 millones de pesos y si se considera que en el país existen mil 752 legisladores, cada uno de ellos representaría un gasto de 14 millones 632 mil pesos, lo cual resulta "inadmisible" en país con tantos rezagos sociales.
Remarcó que no es un asunto de partido políticos, por lo que en aquellos casos en donde Morena es mayoría, y sus congresos recibieron el mismo presupuesto de 2018 o incluso algún incremento, se deben señalar y están obligados a rectificar de inmediato.
Ramírez Cuéllar recordó que el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) presentó un estudio sobre la opacidad y el derroche en los congresos locales, en el que se evidenció que la mayor parte del presupuesto se gastaba en el pago de salarios y prestaciones de los servidores públicos.
“De acuerdo a ese informe, en promedio un 22 por ciento se va en pago de servicios básicos, oficiales, comunicación y de viáticos”, abundó.
jos