Las empresas, cualquiera que sea su tamaño, deben apostarle a la modificación de sus políticas de sustentabilidad con el objetivo de eficientizar el uso y disposición de los recursos naturales, consideró el presidente de Centro de Producción Más Limpia del Bajío, Sergio Ponce López.
“Hoy por hoy, tenemos un futuro incierto y tenemos que actuar hoy, necesitamos crecer económicamente porque así se mueve el mundo, pero ese crecimiento tiene que ir acompañado de dejar de afectar el medio ambiente y de tratar de generar mayor riqueza para que se distribuya y contribuir con esos miles de millones de personas que sufren con menos de dos dólares al día”, explicó.
Ejemplo de lo anterior, son las políticas implementadas por la empresa ferrocarrilera Kansas City Southern de México, que en los últimos meses realizó una inversión superior a los 80 millones de dólares para la adquisición de máquinas locomotoras nuevas y mantenimiento de las vías que le fueron concesionadas, lo que les permite laborar con una eficiencia de energía y desgaste menor a las máquinas que utilizaban con anterioridad.
También el uso del ferrocarril reduce una parte importante de las emisiones que se emiten al ambiente, ya que un sólo tren sustituye alrededor de 220 hasta 240 tráileres.
“Ustedes imagínense lo que eso significa en emisiones a la atmósfera por doscientos y pico de tráileres y ya no digo desgaste en cuanto a combustibles, en cuanto a llantas carreteras y los riesgos en las mismas, entre otros puntos”, explicó el presidente y representante ejecutivo de la empresa, José Guillermo Zozaya.
“Utilizamos locomotoras jóvenes, contaminan mucho menos tienen mucho más potencia, desgastan menos todas las partes móviles de la misma y esto nos ayuda a ahorrar combustible y a contaminar mucho menos el medio ambiente”, agregó.
Mención aparte merece las acciones emprendidas por la empresa cervecera Heineken México, que desde que adquirió Cuauhtémoc-Moctezuma, implementó una serie de modificaciones en sus plantas productoras e impulsó una estrategia de economía circular, enfocada al vínculo con los productores de cebada en el país
“Desde el 2015, establecimos una estrategia de sustentabilidad diferente, porque parte de la visión que teníamos al 2020 es ser el número uno de sustentabilidad en México, para lograrlo, teníamos que cambiar radicalmente el paradigma de sustentabilidad y con ello, la estrategia”, explicó el líder de economía circular de Heineken México, Eduardo Enrique Aguiñaga Maldonado.
Dicha estrategia, explicó Aguiñaga Maldonado, está basada en modelos no usuales como la utilización de residuos y “basura” para la generación de nuevos productos e incluso servicios, lo que ha requerido inversiones de consideración, tal es el caso de la planta en Meoqui, Chihuahua, inaugurada en febrero del año pasado.
“Llega un punto en que ya no se puede ser más eficiente y entonces hay que voltear a ver nuestra cadena de valor completa y dentro de esa cadena de valor están los agricultores y la forma en la que se produce la cebada entonces estamos enfocándonos fuertemente en el tema de uso de agua de la manera más responsable y eficiente con los agricultores”, destacó.
Y es que los productores de cebada guanajuatenses son de los principales proveedores de la empresa internacional, por lo que ya se trabajan proyectos pilotos para implementar un sistema de abastecimiento de agua sustentable con el uso de nuevas tecnologías.
“Al final no es un gasto, es una inversión que no la tomamos nada a la ligera y que esperemos que dé frutos en el corto plazo”, puntualizó Aguiñaga Maldonado.