Una teleología del fracaso se ha instalado como punto de partida en la búsqueda de modelos heurísticos que nos permitan prescribir la situación actual del país. Recientemente, la hipótesis neo-institucionalista de Acemoglu y Robinson ha resonado ampliamente entre académicos, comentaristas y público en general. Bajo esta hipótesis, en México nos hemos convencido que nuestro estancamiento es producto de la prevalencia de instituciones extractivas y nuestra incapacidad de generar instituciones inclusivas. La consecuente prescripción es eliminar los privilegios de las élites para abrir la puerta a la participación de nuevos actores en un ambiente institucional que estimule constantemente la pluralidad y la diversidad. No importa que la fórmula haya fracasado con anterioridad en los 80 y 90.
Sobre las instituciones: hacia un modelo más allá de la extracción, los privilegios de las élites y la maldición de los recursos
El mediocre desempeño de la economía mexicana y la aparente fallida transición política son dos fenómenos que pesan profundamente en las reflexiones académicas y de dominio público en el país.
Ciudad de México /