Odio, racismo e ignorancia. Sabemos, de acuerdo con cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) que la gran mayoría de los beneficiados del programa son de origen mexicano. Además de un gran odio hacia los inmigrantes no hay una razón sustentada y coherente por la administración que ampare la decisión de terminar el programa. Sabemos que la gran mayoría de los beneficiarios estaban trabajando y contribuyendo a la economía estadunidense. Es una gran irresponsabilidad terminar un programa que costará millones de dólares a nuestra economía. Lo más reprobable es reducir a los beneficiarios a un documento y no considerar su condición humana. Tenemos sueños y aspiraciones y muchos sólo conocen a los Estados Unidos como el único país en el cual crecieron. Los humanos y lo correcto es poder otorgar un pase a la ciudadanía para todos los jóvenes ciudadanos indocumentados de los Estados Unidos.
Entrevista a una DREAMer
Si alguien pierde su estatus migratorio puede ser sujeto a una deportación. En la frontera ya se han dado casos de jóvenes detenidos por la patrulla fronteriza pues el programa concluyó.
Ciudad de México /