Son las 7 de la mañana y el Aeropuerto Internacional se encuentra blindado de policías federales quienes resguardan el recinto ante la llegada del Presidente Enrique Peña Nieto.
La actividad en la terminal área es normal, los vuelos llegan y salen a la hora prevista; entran y salen federales, vigilan cada rincón del recinto, minutos después arriban dos camiones llenos de más elementos, militares, alrededor del cerco metálico que instalaron.
Llega gente del Estado Mayor a checar los últimos detalles. Las horas transcurren y Peña aún no llega...de repente comienza a verse movimiento en la pista "ya viene, ya están llegando las camionetas", se escucha una voz.
Llegan alrededor de 14 camionetas tipo Suburban, y van, se acomodan, comienzan a lavarlas a unos minutos que el mandatario llegue, cambian placas, colocan la bandera en las antenas, hacen recorrido con dos binomios caninos.
Los aeroviajeros comienzan a acercarse al ventanal, el militar que se encuentra en la zona, recorre más cerco. Los periodistas comienzan a tomar fotos de los aspectos, se escucha una voz que grita "está prohibido tomar fotos, tendré que verme en la necesidad de hablarle al guardia", el guardia se acerca y dice que ellos si pueden tomar fotos siempre y cuando consuman.
Son cerca de la una de la tarde, las camionetas se ordenan en fila...una aeronave sobrevuela la zona "ahora si ya viene"...pasan unos minutos y a lo lejos se puede observar el avión presidencial.
La gente comienza aglomerarse para tomar el mejor ángulo del momento, todos con celular en mano, aeroviajeros, empleados de los restaurantes, reporteros, nadie quiere perderse ese momento.
Aterriza el avión "José María Morelos y Pavón", ese que costó arriba de los 977 millones, es enorme, abarca gran parte de la pista.
Se escuchan los flash de las cámaras, todos se olvidan que está prohibido tomar fotos, comienza a descender la comitiva del Presidente por la puerta trasera, por el otro acceso desciende Peña "Ahí está, ahí está", y es que se perdió entre tantas personas. Es recibido por el gobernador,
Egidio Torre Cantú, se saludan y se dan un efusivo abrazo, inmediatamente suben a la camioneta, y emprende el recorrido hacia el municipio de Altamira, donde ya lo esperan miles de ciudadanos.
En menos de 10 minutos está en el lugar del evento. Mientras tanto el tráfico se hace visible a las afueras del aeropuerto, los automovilistas gritan molestos "tomen la foto". En menos de dos horas Peña Nieto, se retira de la zona sur de Tamaulipas.