A más de un año de que bautizó como corcholatas a los aspirantes presidenciales de Morena, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que el origen de este término se remonta a los años 70, con personajes como Echeverría, José López Portillo y hasta Raúl Castro.
En su conferencia mañanera de este martes, López Obrador dedicó poco más de media hora para explicar que este término no es ofensivo y viene de los gobiernos priistas, cuando la práctica más común era la de “el tapado”.
Explicó que cuando era presidente Luis Echeverría y ya estaba en marcha la sucesión presidencial, uno de los actores más señalados era el entonces secretario de Gobernación Mario Moya, pero no era el elegido.
Pero romper la presión y dar la primera señal de que no era “el tapado” el presidente de ese entonces mandó a su amigo, Leandro Rovirosa, secretario de Recursos Hidráulicos, a declarar que Moya no era el único, sino que en el abanico había seis probables sucesores:
- Mario Moya Palencia, secretario de Gobernación.
- José López Portillo, secretario de Hacienda.
- Hugo Cervantes del Río, secretario de la Presidencia.
- Carlos Gálvez Betancourt, director del IMSS.
- Porfirio Muñoz Ledo, secretario del Trabajo.
- Augusto Gómez Villanueva, secretario de la Reforma Agraria.
- Luis Enrique Bracamontes, secretario de Obras Públicas.
Después de estas declaraciones, que rompieron con años de tradición tricolor, hubo una recepción en Palacio Nacional con invitados de todo el mundo y los secretarios de Estado estuvieron encargados de recibirlos.
A José López Portillo le tocó Raúl Castro y, durante esta recepción, ambos se encontraron con Leandro Rovirosa, el que destapó a los seis aspirantes. López Portillo, entonces secretario de Hacienda, lo presenta con el dirigente cubano:
“López Portillo le dice este es el ingeniero Leandro Rovirosa, secretario de Recursos Hidráulicos. Entonces Raúl le dice ‘ah, el destapador’. Entonces el ingeniero le dice ‘sí y esta es mi corcholata favorita’, señalando a López Portillo y le atinó. Entonces de ahí viene eso de las corcholatas”, contó López Obrador.
Frente a esta anécdota, aprovechó para aclarar que llamar corcholatas a los aspirantes presidenciales no es despectivo y reiteró que en ningún momento se va a pronunciar para apoyar a alguno de ellos.
“Respeto mucho a mis compañeros, mis compañeras y quien va a decidir es el pueblo, este es un cambio, ya no hay tapados, no hay dedazo, el Presidente no nombra a su sucesor, va a ser el pueblo y pues cada partido tiene su procedimiento, en el caso de Morena hay un procedimiento que son encuestas”, dijo.
LP