“Creí que ya nos había tocado y que ahí quedábamos; piensa uno en la familia, en los hijos, en mi esposo. Al ver eso sentí temor y desesperación de salir corriendo, donde nos pudieran dar hospedaje porque la única familia que tenemos, prácticamente son de la zona”, expresó María Asunción afectada por la explosión en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan.
En entrevista con Notivox Puebla, manifestó que vivir la explosión provocada por la fuga de gas LP en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan fue una experiencia muy desesperada, y sostuvo que no se lo desea a nadie.
????Una afectada por la explosión de Xochimehiacan señaló que solicitaron el apoyo a las autoridades estatales y muncipales para cancelar las gasolineras que hay en la zona, pues dijo que hay de 4 a 5, lo que pone en riesgo su vida.
— Notivox Puebla (@Milenio_Puebla) October 31, 2021
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En este contexto, narró que a través de mensaje vía WhatsApp le informaron de lo que sucedía, por lo que la primera información fue que había una fuga de gas; después fueron desalojados y escucharon la primera explosión que fue como un estruendo.
“Escuchamos la primera explosión y fue cuando dijimos que no era una simple fuga, ya era una cosa más fuerte y sí, fue muy impactante ver el cielo que se pintaba de color rojo y pensamos que ahí ya nos quedábamos”, expresó.
Con lágrimas en los ojos, narró el sentimiento de muerte que la invadió al ver la explosión en el lugar y en lo primero que pensó fue en sus hijos y nietos, y la desesperación de no saber a dónde ir.
Con miedo aun a flor de piel, comentó que la angustia fue más grande porque no sabía a dónde resguardarse, pues su primer instinto fue salvar a sus familiares.
Comentó que su domicilio está en las inmediaciones del Centro de Salud de esta comunidad y el de uno de sus hijos se ubica a menos de 200 metros de donde fue el siniestro; sin embargo, todos están a salvo, toda vez porque desalojaron de manera inmediata.
Asimismo, dijo que en el momento de los hechos se encontraban 10 personas en su vivienda y que, durante los 35 años de vivir en esta junta auxiliar no había vivido una experiencia tan traumante e impactante.
En entrevista en el refugio del Templo de los Mormones, la dignificada destacó que todos sus familiares están en resguardo en este lugar, por desconocen de las condiciones actuales de su vivienda.
Pidió a las autoridades que regulen los permisos de las gasolineras, debido a que refirió que hay de 4 a 5 en la zona y representan un riesgo para los habitantes. “Deben poner más atención en San Pablo, pues se está convirtiendo en una bomba de tiempo; cerca de mi domicilio pusieron otra gasera, entonces estamos en peligro constante”.
A su vez, Rutilo Juárez, quien está con toda su familia en el albergue de Villa Frontera, compartió que el olor a gas los despertó y por eso se levantaron de sus camas para saber cómo actuar. Narró que la dueña de la casa donde renta, la cual está a una calle del siniestro, les dijo que tenía que desalojar, porque el peligro era latente.
“Al momento de salir se escuchó la explosión y vimos de lejos como las láminas se levantaron y la puerta se abrió, por lo que vimos como creció la llamarada de fuego y luego el humo negro”.
mg