Amalia Mendoza, habitante del estado de Veracruz, elaboró un proyecto de kokedamas donde el musgo -hoy prohibido y protegido por la ley-, es sustituido por la fibra del coco.
La Kokedama es una técnica artesanal japonesa de cultivo de plantas, que tiene más 500 años de antigüedad, donde se utiliza el musgo para cubrir las plantas, conservando por más tiempo la humedad.

Amalia Mendoza Martínez, inició desde hace una década la producción de Kokedamas con musgo, pero hace cuatro años empezó a experimentar con la fibra de coco, con lo que se evita sustraer planta de musgo de su hábitat natural, de los bosques o ríos; con el coco elaboran macetas biodegradables con una vida de 6 a 7 años y no de solo un año como la técnica tradicional.
“Dejamos de usar el musgo en primera porque ya es como personal, si quiero mi planeta, me encanta la naturaleza, si quiero el medio ambiente que esté sano no puedo cooperar para depredar. En segunda porque súpero todas las expectativas el coco. El musgo tiene corta vida en comparación con el coco. La fibra de coco tiene de 6 a 7 años para desintegrarse y el musgo en un año o menos deja de ponerse verdecito y bonito”
El proyecto Macoco no solo reutiliza lo que sería basura, sino que ayuda a preservar el ecosistema.
Con esta técnica se pueden producir limones, café, zanahorias, tomate, papa, y toda clase de hortalizas, en poco espacio y mínimo consumo de recursos naturales, como el agua.
“En la ciudad donde no tienen espacio, ahí pueden hacer sus jardines colgantes, ellos inclusive los japoneses siembran árboles frutales en estas técnicas y hortalizas. Es una maravilla, ya que no me limita a tener una producción sana con esta técnica…fíjate que nosotros hemos hecho el acodo, ya hacemos árbol frutal por ejemplo limón, la naranja, quisimos probar con aguacate pero es un poco complicado”.
En vez de echarle agua a la planta cada dos o tres días, con las macetas de fibra de coco se riega mediante inmersión, cada 10, 20 o 30 días.
“Una planta que la tienen que regar cada tercer día, imagínate la vas regar cada semana está súper, te vas a ahorrar mucha agua y es el tema actual, ahorrar agua, reciclar, algo que es considerado basura le estamos dando un uso y hay mucho coco basura en nuestro estado de Veracruz”
Juana Mendoza Martínez, señaló por su parte que cuidar el medio ambiente y reciclar es fundamental, pues se le da una segunda oportunidad de vida a la fibra del coco.

Con esta técnica se oxigena las raíces de las plantas, las pone más vigorosas; la fibra de coco contiene celulosa lignina, sustancia natural que favorece la presencia de microorganismos que ayudan al crecimiento de la planta y evita la descomposición, haciendo que esta sea un excelente medio de cultivo.
Los resultados del uso de la fibra de coco para conservar la humedad fue tal, que ahora la misma se está empleando en los campos de cultivos tradicionales, especialmente en zonas calurosas donde se sufre por la escasez de agua, explicó Amalia Mendoza.
Los árboles frutales, cítricos, mangos y muchos más que se producen en la región, son cubiertos en sus bases con la fibra, garantizando así los nutrientes y humedad necesarias.
Veracruz, como muchos otros estados del sureste mexicano, es rico en la producción de cocos.
Emplear la cáscara para crear nuevas formas de vida, es contribuir al cuidado de la naturaleza.

Amalia da talleres y en su canal de YouTube, Plantulandia enseña las técnicas que emplea para elaborar las macetas de coco y cuidar sus jardines.
La orquídea es una de las Flores que mejor se ha adaptado a esta técnica, pero las posibilidades de cultivos son infinitas.
HCM
HCM