Los recientes frentes fríos han ayudado a triplicar la venta de pan de muerto, pues al día llegan a vender hasta 15 mil piezas, entre pan tradicional y de muertos.
En la panadería La Espiga, con 45 años de vida, habían sufrido con los calores fuertes en la zona, pero ahora han visto cómo han repuntado sus ventas.
La administradora, Flor Pérez, quien coordina a los 38 empleados, entre panaderos y despachadores, afirma que también hay competencia con vendedores foráneos y con el hecho de que algunas panaderías lejanas al centro ahora expenden sus productos en el primer cuadro por medio de vehículos particulares, aunque la calidad del pan es menor.
“Se nos adelantaron los frescos y es ganancia para nosotros, en tiempos de calor nuestras ventas bajan demasiado, entonces entra un poco de aire y con eso la gente entra más, se empieza a ver el movimiento, es por donde inicia más producción y si vemos más adelante que los insumos se quedaron a ese precio entonces sí tenemos que aumentar precios”.
JERR