La Universidad Autónoma del Estado de México ha sancionado a dos docentes que coartaron los derechos de alumnos miembros de la comunidad LGBTTIQ+, sector que representa aproximadamente dos por ciento de la población de esta casa de estudios, afirmó Rocío Álvarez Miranda, responsable de la Coordinación Institucional de Equidad de Género de la auriverde.
Mencionó que en 2016 crearon un protocolo para la protección de la identidad sexual con el objetivo de evitar la discriminación e instauraron un instrumento jurídico para expedir títulos y documentos a los estudiantes que cambiaron su identidad con lo cual hasta la fecha han expedido cinco, hecho que convierte al recinto en la segunda universidad en el país -después de la UNAM- con un marco legal sobre el tema.
Sin embargo, el respeto a la diversidad es un asunto no resuelto, pues en el Estado de México, dijo, apenas el año pasado se tipificaron los crímenes de odio, avance logrado no por voluntad gubernamental sino por la lucha de activistas, asociaciones civiles y la propia comunidad.
En este sentido subrayó que en la Legislatura mexiquense está pendiente la ley para la identidad de género, “tiene que avanzar en el marco jurídico e institucional, además deben visibilizarse y sancionar los crímenes de odio”.
Este problema social es un asunto mundial, ya que si bien hay países progresistas hay otros muy conservadores donde penalizan con cárcel las expresiones afectivas entre personas del mismo sexo.
“En España aún está dividido y hay lugares como África donde a las lesbianas las someten a violaciones correctivas y México no va tan lejos con lo que ha pasado en bares gay de Acapulco, o el incidente donde golpearon a dos jóvenes homosexuales en Veracruz... hay mucha resistencia en general”.
Instó a la comunidad a denunciar los actos de discriminación en la Dirección de Responsabilidades Universitarias a la que docentes administrativos y alumnos pueden dirigirse para dar seguimiento a los hechos.
KVS
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