Comunidad

Padres desaparecidos: el derecho a seguir sin ellos

Para muchas familias, además del dolor de la ausencia, la desaparición implica obstáculos legales, económicos y personales; en este contexto, la DEA es una herramienta jurídica esencial

En Jalisco, más de 15 mil personas continúan desaparecidas. La mayoría son hombres entre 20 y 39 años, una edad clave para quienes suelen tener el rol de proveedores en sus hogares. Las desapariciones afectan a toda la familia, pero cuando se trata del padre, la situación se agrava porque es quien usualmente llevaba la carga económica. Para muchas de estas familias, además del dolor de la ausencia, la desaparición implica obstáculos legales, económicos y personales difíciles de sortear. En este contexto, la Declaración Especial de Ausencia (DEA) representa una herramienta jurídica esencial, aunque aún poco conocida.


La DEA es un mecanismo legal que garantiza la presunción de vida de una persona desaparecida. Su propósito es proteger sus derechos y permitir que sus familiares puedan continuar con trámites que, de otra forma, quedarían detenidos indefinidamente: acceso a cuentas bancarias, herencias, custodia de hijas e hijos, disolución matrimonial, créditos y otros derechos civiles.

Declaración Especial de Ausencia, punto por punto

Este proceso puede ser solicitado por madres, padres, hijos, cónyuges, abuelos, hermanos, primos o incluso autoridades como la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PPNNA). El trámite es gratuito, especial y voluntario, y se realiza con el acompañamiento de un asesor jurídico. Además todos los datos proporcionados son confidenciales, y la solicitud puede realizarse a partir de los 30 días naturales desde que se presentó la denuncia o reporte de desaparición. En casos excepcionales, cuando por razones de seguridad no se interpuso denuncia, puede solicitarse también después de 30 días de haberse tenido noticia de la desaparición.

Para tramitar la DEA se deben presentar documentos que acrediten la relación familiar, así como los bienes y derechos vinculados a la persona desaparecida. Entre los más comunes están la copia certificada de la denuncia por desaparición; actas de nacimiento del solicitante, de la persona desaparecida y de los menores involucrados; estados de cuenta de Afore o Infonavit; escrituras de propiedad o contratos bancarios; acta de matrimonio y, en su caso, documentos para solicitar la disolución del vínculo; así como documentación relacionada con la guarda y custodia de menores.

La Declaración Especial de Ausencia fue creada en Jalisco en 2019, en respuesta a la crisis de desapariciones que se profundizó desde 2008. Aunque su existencia representa un avance, sigue siendo una herramienta poco difundida y de difícil acceso para muchas familias, especialmente en comunidades con bajo acceso a servicios legales.

Luz hace frente a la ausencia de su esposo

Una de esas familias es la de Luz, cuyo esposo, Xavier Jakavet Zaragoza Verónica, desapareció el 2 de enero de 2024, tras ser sustraído por hombres armados del negocio familiar. Desde entonces, no hay rastro de él ni de las otras dos personas que estaban con él. Además de enfrentar el vacío emocional, Luz se ha topado con trabas legales que le impiden tomar decisiones básicas sobre sus hijos, como tramitarles un pasaporte, autorizar tratamientos médicos o simplemente firmar sus boletas escolares. Fue por necesidad —no por información institucional— que conoció la existencia de la Declaración Especial de Ausencia.

Aunque ya inició el trámite, el proceso está en pausa porque el padre de Javier se negó a firmar. Luz respeta esa decisión, pero también carga con la responsabilidad de proteger a sus hijos y tomar decisiones por ellos. De obtener la declaratoria, podría convertirse en tutora legal y asumir formalmente las decisiones que su esposo, de estar presente, tomaría. “Yo solo quiero que mis hijos no sufran más”, dice, consciente de que esta herramienta legal no borra el dolor, pero puede abrirle un respiro en medio de la incertidumbre.

Entre 2020 y 2023, en Jalisco se han registrado poco más de 280 solicitudes de Declaración Especial de Ausencia, una cifra baja frente al número de personas desaparecidas. Muchas familias no saben que existe este mecanismo o no cuentan con el acompañamiento legal necesario para completarlo. A menudo, son las propias víctimas quienes deben investigar, insistir, navegar la burocracia y justificar por qué necesitan seguir viviendo, aunque les falte una parte esencial de su vida.

En Jalisco, las solicitudes de DEA se presentan ante el Poder Judicial del Estado, específicamente en los Juzgados Familiares. La tramitación está regulada por la Ley de Declaración Especial de Ausencia para el Estado de Jalisco, publicada en el Periódico Oficial el 17 de agosto de 2019. El trámite también puede iniciarse con asesoría de la Defensoría Pública del Estado o con acompañamiento de colectivos y organizaciones civiles. Aunque insuficiente, esta herramienta ofrece a muchas madres, esposas e hijas una posibilidad legal de continuar con sus vidas mientras esperan el regreso de quienes faltan. El desafío no es solo jurídico. Para muchas mujeres, iniciar el proceso de la DEA implica revivir el dolor, enfrentarse al escepticismo de su entorno y asumir, sin certezas, que su pareja puede no volver

SRN


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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