Cuenta la leyenda que...Tras perder a sus padres a la corta edad de 15 años, Josefa Lina de la Canal y Hervas, primera hija de Don Manuel de la Canal (dueño de la Casa de la Canal) en San Miguel de Allende, heredó una fortuna de 70 mil pesos, dinero con el que construiría el lugar que resguardara sus restos.
Al quedarse huérfana la joven quinceañera decidió convertirse en religiosa, y con ello, destinar su dinero a la construcción de un convento, el Convento de la Concepción, mejor conocido como ” Las Monjas” y actualmente Centro Cultural Nigromante “Bellas Artes”.
Para reafirmar su decisión, el padre Felipe Neri de Alfaro la apoyó y recomendó trasladarse al santuario de Atotonilco. Después de ocho días de resguardo en el recinto, firme aún en tomar los hábitos y volverse monja, toma su herencia y empieza la construcción del convento, convirtiéndose así en la fundadora del Real Convento de la Purísima Concepción en San Miguel.
La inauguración se llevó a cabo con el traslado de religiosas al nuevo edificio aún y sin termina pues faltaban torres, campanario y altares que luego se construyeron durante la primera mitad del siglo XIX.
Fue desde los primeros momentos de la fundación del convento que Josefa, trabajó mucho para sostener económicamente y espiritualmente su proyecto.
Se cuenta que murió a los 33 años, cinco años después de la inauguración del recinto, que días antes de su muerte empezó a toser gusanos y que sus dolores eran tan fuertes que terminó desmayada. Los que la vieron dicen que de esos gusanos nacieron mariposas y sus restos aún se conservan en el inmueble.
PCQG