Ante el inicio del ciclo escolar de manera virtual, padres de familia ya alistan algunos pormenores y áreas de trabajo en casa, donde sus hijos desempeñarán las actividades escolares. Magdalena Rodríguez, abuela de uno de los estudiantes, relató que adaptaron un espacio en su hogar para sus clases y estar al pendiente de las actividades del menor.
“Le están haciendo como una mesita, en un área de la sala para que él tenga sus tareas y estar uno al pendiente de lo que le están dejando”, dijo.
Sin embargo, la nueva modalidad de estudio alterará los horarios laborales de algunos de sus tutores a fin de asistirles con sus tareas.
“Aquí el problema es más que nada para los papás que trabajan, y yo platico por lo de mi hija, como ella que tiene su trabajo, tiene que cambiar su horario porque al niño le tocó en la tarde, y entonces ya tiene que dedicarle el tiempo a él y va tener que darse de baja en su trabajo y su economía se viene más abajo por estar al pendiente de la clase en línea”, explicó.
La abuela del alumno, que pasó a tercer grado de primaria, también criticó a la Secretaría de Educación Pública por hacerles gastar en útiles escolares frente a la crisis económica que deriva de la pandemia.
“Se me hace ilógico, no sé cómo lo vean los maestros, es de pedirles tantos útiles, al menos a él le pidieron libreta para cada materia, como si estuvieran acudiendo a clases, entonces si ahorita estamos con la economía reducida va a tener que salirse de trabajar mi hija para estar al pendiente del niño, va a ser un ingreso menos para ellos”, señaló la abuela del menor, quien, además, cuestionó el porqué de la cuota voluntaria escolar cuando los alumnos se encuentran en casa.
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En el caso de la señora Brenda, trabaja de turno completo, por lo que se verá obligada a dejar encargada a su hija con su abuelo durante la jornada escolar, lo que –externó– causará atraso en su aprendizaje. “Yo trabajo, y pues ahorita el que cuida a mis hijos es mi papá, y sí es algo pesado y complicado porque siento que no aprenden igual y no tenemos el tiempo para estar 100 por ciento con ellos para estarles explicando a lo que no le entienden”, anticipó.
Su hija, Danae, quien va a ingresar a quinto grado de primaria, reforzó la idea de extrañar el salón de clases presenciales. “Prefiero la clase, porque allá están mis amigos y aparte está la maestra ahí al pendiente de todo”, dijo la estudiante.
MC
