Desde hace cuatro años, la familia Heredia realiza vela en forma de flor de cempasúchil, calabazas, pan de muerto y hasta calaveritas tipo azúcar, todas con esencias de ese producto original.
En su taller ubicado en Santiago Tepalcatlalpan, se laboran a la semana al menos 4 mil piezas, que para ella ya no es una tarea difícil.
“Yo me estoy levantando desde las 12:00 a.m. o 01:00 a.m. a trabajar, pongo música, me relajo, me concentro en mi trabajo. En punto de las siete de la mañana, hago un espacio para el desayuno, y después le sigo. Si no se pudiese dormir no dormía, y sigo haciendo velas”, detalló a MILENIO, Lilia Heredia.

Para poderla llevar a cabo se necesita todo un proceso, en donde cada vela pasa un filtro en donde se deben pulir, limpiar además se les agrega el pabilo y soporte por último se pinta cada vela.
La producción empieza desde el mes de abril y Diana Laura Heredia, una de las iniciadoras de este proyecto, no se da abasto por lo que da empleo a otras familias.
“Yo fui la primera en hacer las velas, pero aveces era mucho trabajo, por lo que le enseñé a mi mamá para que nos ayude, realmente es algo que nosotros no conocíamos esta habilidad, ahora ya nos apasiona”, detalló Diana.
Utilizan moldes de yeso y aluminio, sin embargo la mayoría de las piezas son talladas a mano. Por lo que esta distribuidora busca exportar su mercancía a otros países en especial a nuestro país vecino, Estados Unidos.
“La verdad es que encontramos muchísimo, muchísimo amor a este oficio, y más por qué es una luz que va a alumbrar cada lugar, hogar, país o estado al que se lo lleven”, detallaron.
HCM