Entre árboles, ramas, arbustos y hierba en crecimiento se esconde la pirámide de Tlalchiyahualica - en el municipio de Yahualica- una de las más de 2 mil 396 zonas arqueológicas que no han sido redescubiertas en Hidalgo, porque sólo cuatro están abiertas al público: La gran Tollán en Tula de Allende, Huapalcalco en Tulancingo, Xihuingo en Tepeapulpo y en Tecozautla.
Con un sistema de construcción en plataformas de piedras y lajas monolíticas compactadas -unas sobre otras-, se abre en la inmensidad de una zona húmeda y con gran vegetación esta pirámide, un vestigio más de la grandeza de la cultura huasteca que pocos conocen.
“Este es uno de los elementos más con el que identificamos a Hidalgo como Mágico. Basta con recorrer unas cuantas horas de trayecto para encontrarte con esta pirámide que nos permite ver lo grandioso y lo enorme que fue esta cultura, porque además de esta pirámide que tiene una construcción diferente a las teotihuacanas, está totalmente identificada con un accidente geológico que apunta hacia el este, donde el 21 de marzo y el 21 de septiembre se presentan los equinoccios. Una cultura con pleno conocimiento de los astros”.
“En Hidalgo tenemos 2 mil 400 sitios arqueológicos, estamos caminando sobre la historia de nuestra entidad y es necesario que la conozcamos”, señaló Baños Gómez.
Los vestigios prehispánicos de Tlalchiyahualica fueron descubiertos desde el siglo XIX, cuando se tuvo la primera investigación acerca de la arqueología de la Sierra y Huasteca hidalguenses y fue realizada por un inglés, a principios de la época independiente, llamado Charles Joseph Latrobe. Durante su viaje, recogió informes acerca de la riqueza arqueológica en la zona huasteca.
En 1883, según señala Manuel Rivera Cambas en su obra “México pintoresco, artístico y Monumental”, la existencia de números vestigios prehispánicos en sitios cercanos a Yahualica, y casi una década después, con motivo de la exposición Colombina de Chicago, la Junta Central del recién creado estado de Hidalgo comisionó a Luis A. Escandón para escribir un texto y presentar la exposición de objetos representativos de la arqueología y etnografía del estado de Hidalgo.
Fue así como realizó un viaje por diferente zonas de la sierra huasteca hasta toparse con Yahualica, en la que encontró este tesoro histórico, el cual describió como “los restos de un poblado grade y fortificado de los tiempos del señorío independiente de Metztitlán”.
La zona en la que actualmente se encuentra esta pirámide es zona ejidal, por lo que es riesgoso que un turista pueda acceder a esta zona, “no puede entrar alguien que no sea conocido. Es una costumbre de la gente que vive aquí, porque tienen sus creencias y no son abiertos a la visita de la gente”, explicó a Notivox el presidente municipal de Yahualica, Eustorgio Hernández Morales.
En esta misma línea señaló que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) “debería hacerse cargo ya de este lugar porque nos interesa que la gente conozca la riqueza de Yahualica, así también hablar con la gente del pueblo para que permite libre acceso a esta zona”, señaló.
Por su parte, el secretario de Turismo de Hidalgo aseguró “que es importante que se conozcan estos lugares, porque hay vestigios arquitectónicos que están esperando a ser redescubiertos como este lugar, y muchos más de Hidalgo, y sobre todo que se sepa de la grandeza de la pirámide de Tlalchiyahualica”, concluyó.