El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, encabezó la misa dominical en la catedral de Puebla sin la presencia de fieles y solo estuvo acompañado por dos sacerdotes y dos sacerdotes y dos personas que se encargaron de realizar las lecturas bíblicas.
Ante la contingencia que se presenta en el país y con el objetivo de reducir la posibilidad de contagios entre los fieles, el líder de la grey católico determinó que de forma indefinida se realicen las misas a puerta cerrada.
Ningún fiel pudo ingresar al edificio religioso más importante de la arquidiócesis de Puebla y pudieron seguir la misa por redes sociales; mientras que el arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa, hizo oraciones por quienes perdieron la vida y están enfrentando problemas de salud por el Covid-19.
“El Papa Francisco, el Santo Padre, ante esta situación que está viviendo el mundo nos concede la indulgencia plenaria a quienes participamos aún desde nuestros hogares, de la santa misa dominical”, explicó.
Para evitar el acercamiento físico en las confesiones, el arzobispo de Puebla decretó que los fieles que así lo deseen, durante las misas podrán recibir la absolución de sus pescados de manera comunitaria por parte de los sacerdotes.
“He facultado a todos los sacerdotes de la arquidiócesis para que den la absolución general, por eso, en este momento, en un momento de silencio, vamos a reconocernos pecadores, vamos a arrepentirnos de nuestros pecados y a pedirle perdón a Dios de nuestros pecados. Con ese ánimo, a quien quiera recibir la absolución voy a darla, sobre todo para quienes estén participando desde sus hogares”, comentó.
El líder de la grey católica en Puebla resaltó que, durante este domingo, los sacerdotes y párrocos estarán informando a los fieles las disposiciones litúrgicas para prevenir el contagio y, a partir de esta semana, las misas se realizarán sin fieles.
“Conociendo la información oficial de casos de personas afectadas en nuestro estado por la epidemia provocada por el coronavirus (Covid-19), de la que sabemos, causa enfermedades respiratorias, que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, debemos ahora acatar las últimas medidas sanitarias de prevención y tratamiento para proteger la salud de la ciudadanía del inminente contagio del COVID-19, mientras dure la emergencia indicada por el Gobierno Federal, el Gobierno Estatal y por las alertas internacionales”, destacó Sánchez Espinosa.
Señaló que, a partir de esta semana, las misas dominicales se celebrarán en forma privada, y podrán apoyarse, en lo posible, de las redes sociales; y se instruye a los fieles sobre la validez de las celebraciones religiosas por medios digitales.
“Se pide facilitar, en la medida de lo posible, que las misas sean transmitidas por las plataformas digitales y los medios de comunicación públicos y privados, de modo que los fieles puedan unirse espiritualmente a la celebración de los misterios de nuestra fe”, comentó.
De forma adicional, Sánchez Espinosa dio a conocer que los encuentros de grupos numerosos, retiros, asambleas, congresos, jornadas, catequesis, pláticas presacramentales, quedan suspendidas.
“Las celebraciones de sacramentos ya agendadas como bodas, bautizos, entre otros, así como las misas feriales o diarias, podrán seguirse celebrando, pero con el menor número posible de fieles, familiares más cercanos; e implementando mayores medidas de seguridad como la higiene y la distancia entre persona, al menos un metro”, destacó.
Sánchez Espinosa destacó que, durante los próximos días, con las medidas sanitarias, los templos parroquiales, pueden permanecer abiertos para la oración personal y se podría exponer el Santísimo para la oración y adoración.
“Las notarías parroquiales seguirán atendiendo, pero evitando todo contacto físico como el saludo de mano. Siguiendo las instrucciones del Gobierno Estatal, estas disposiciones entran en vigor a partir del 23 de marzo del año en curso, hasta que se estabilice la situación”, explicó.
mpl